Uno

Habría que hacer una secuencia de imágenes de breves con el abrazo de Ginóbili y Scola, con Campazzo colgándose a caballito de Scola después de Serbia, con Laprovittola dejándosela de faja a Scola que la pone en bandeja, con Scola metiendo un triple decisivo y con Scola riéndose con sus compañeros que le cantan "emvipi…emvipi" y el contesta "emvipi, son las siglas de más viejo player". Scola, siempre Scola. Scola viejo nomás.

Dos

Por estos tiempos aparecen tipos que atacan a los jugadores de fútbol comparándolos con los del básquetbol, otros que minimizan al básquetbol porque se juega con las manos y otros que hablan al pepe y no entienden nada de semejanzas y diferencias entre los dos deportes. Comparemos menos y disfrutemos más. Que Messi y Scola son argentinos. Y emocionemosnos cuando los jugadores de básquetbol celebran con cantitos de cancha de fútbol. Y sobre todo, no los matemos si llegan a una final y no la ganan.

Tres

En el 2004, con mi amigo Cacho Martínez hacíamos un programa en La Tribu y luego Radio Nacional. "Medio y medio" se llamaba. Lo presentábamos como medio perfil, medio historias de vida y le dedicábamos una hora cada semana a un personaje de la cultura popular. Llevamos a los estudios a Jorge Luz, a Osvaldo Bayer, a Nelly Omar, a Pepe Soriano, a la hija de Nini Marshall, al hijo de Edmundo Rivero y muchísimos otros. Disfrutábamos mucho de lo que hacíamos y estábamos en permanente contacto telefónico. Cacho era muy futbolero, pero también se apasionaba con el básquetbol. Compartimos en aquellos días todos los partidos del fútbol y los de la Generación Dorada en los Juegos Olímpicos. Sabía de básquetbol Cacho, entendía el juego y muchas veces anticipaba lo que iba a pasar en los partidos. Se murió Cacho un año después de aquello. Lo recordé, mucho después de Serbia y durante el partido con Francia. Y hasta me dieron ganas de agarrar el teléfono, llamarlo y decirle con la voz quebrada y los ojos humedos: “Cacho, Cacho ¿Viste el abrazo de Scola y Ginóbili?