El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) aprobó el 22 de julio a través de la resolución 2861/19 un proyecto para instalar internet satelital en 5000 hogares de la zona cordillerana que no tengan cobertura terrestre. El organismo le encomendó a Arsat la ejecución del plan y destinó 239,5 millones de pesos del Fondo Fiduciario del Servicio Universal para garantizar su financiamiento. En los considerandos de la norma, se afirma que fue la propia Arsat la que presentó la propuesta a través de la nota 669/19, pero lo llamativo es que la compañía estatal no cuenta con capacidad HTS en su flota para brindar ese servicio ya que la construcción del Arsat-3 fue interrumpida por este gobierno. A raíz de ello, lo que hizo Arsat fue contratar a la estadounidense Hughes, compañía que brinda el servicio en banda Ka sobre el satélite Telstar-19 Vantage de Telesat. En los hechos, la intervención de Arsat pareciera que para lo único que sirvió fue para evitar la licitación que hubiera requerido este tipo de contratación en caso de haber sido realizada directamente por Enacom.

En el proyecto que acompaña la resolución de Enacom, se afirma que Arsat mencionó en su presentación que es capaz de dar conectividad a población ubicada en la zona cordillerana a través de su red satelital. La compañía estatal se comprometió a proveer el equipamiento necesario para el establecimiento de radioenlaces satelitales que permitan la conexión de 5000 domicilios en un plazo de 24 meses, e incluso dejó abierta la posibilidad de extender el alcance del proyecto a 10.000 hogares, aunque eso requeriría también una ampliación presupuestaria. El cronograma inicial contempla entre 200 y 240 instalaciones mensuales. En el proyecto se especifica además que Arsat percibirá 39.899,50 pesos en concepto de equipamiento y 8020 pesos en concepto de instalación, por única vez por cada antena instalada.

El problema es que, más allá de lo que diga el proyecto, Arsat no está en condiciones de brindar ese servicio por sí misma. Por ese motivo, la empresa solicitó autorización para incorporar mejoras al Sistema Satelital Argentino mediante la incorporación de capacidad satelital del satélite Telstar-19 Vantage del operador satelital canadiense Telesat. La secretaria de Gobierno de Modernización le otorgó esa autorización el 19 de junio a través de la resolución 1103/19, un mes antes de que se aprobara el plan para instalar internet satelital en la cordillera.

La capacidad en banda Ka del satélite HTS de Telesat fue adquirida por Hugues Network Systems, subsidiaria del operador estadounidense Echostar, y denominada Hughes-63 West. Fuentes de Arsat aseguraron a Página/12 que lo que hizo la compañía estatal fue contratar el servicio de conectividad VSAT a Hugues. De hecho, en el proyecto se detallan las especificaciones técnicas de las antenas satelitales VSATS y los parámetros coinciden con las que viene utilizando Hughes en distintos países de la región, como Chile, Ecuador, Perú y Colombia, a través de Hughesnet, su servicio de internet de alta velocidad. Incluso fuentes de Arsat detallaron a este diario que las antenas que ha comenzado a instalar Arsat dicen Hughes, aunque la marca de la compañía estadounidense es tapada con una calcomanía. Página/12 tuvo acceso a los contratos de comodato que firman los beneficiarios y allí se aclara expresamente que las antenas son Hughes modelo HT2010W. Esta situación permite sospechar que lo que Enacom presentó como un plan de Arsat en realidad era un plan de Hughes.