Las cuentas en redes sociales de los organismos del Estado pueden constituirse en un indicador de sus políticas y de sus intentos de construir significaciones. La Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) de la provincia de Buenos Aires es un caso particular durante la gestión de María Eugenia Vidal. En Twitter, @BAeducacion realizó 1354 publicaciones entre agosto de 2018 y agosto 2019 para comunicar las políticas del Ministerio de Educación bonaerense. De todo ese conglomerado de tuits, solo hubo una referencia a un proyecto de ley provincial. Cuando son ínfimas las políticas universalistas, ni se promulgan leyes, la gestión educativa se concentra en eventos, con la tónica similar de las relaciones públicas, para ser informados en las redes sociales.

El registro de las mayorías de las publicaciones se corresponde con anuncios protocolares e informes de la actividad diaria de gestión. Dentro de los segundos temas recurrentes se encuentran la alusión a “concursos”, ya sea a convocatorias vigentes, a resultados de los mismos y a la premiación en ámbitos provinciales, nacionales y/o internacionales. El tercer agrupamiento más voluminoso se halla en las menciones a los “actos escolares y efemérides”.

La temática de los concursos se anunciaba mediante un hashtag (#CreáTuLazo, #GlobalTeacherPrize, #MaestrosArgentinos, #LoMejorDeMiLugar, #FeriaDeCiencias2018, entre otros). Esas menciones se reiteraban con el transcurso de los días para efectuar anuncios, instancias de premiación y los perfiles de estudiantes y docentes que resultaron ganadores. El hastag siempre se mantenía como una forma de sostener el recurso comunicacional, cada vez que se publicaba algo en esa dirección.

Estas mismas operaciones se manifestaban durante la presencia de una efeméride que el calendario escolar reconocía como importante. Así se creaba un acontecimiento, una actividad escolar en el marco de una tradición institucionalizada. En varias oportunidades, la mención carecía de materiales o producciones para su tratamiento en una situación de enseñanza. También se incorporaban a este registro otras celebraciones menos importantes, tales como el Día del Camino y la Educación Vial.

Los actos escolares también aparecieron con frecuencia mencionados por @BAeducacion, en especial aquellos que versaban sobre lo emotivo del final de los ciclos lectivos. Egresados y egresadas de las escuelas secundarias eran recibidos en un “pasillo de honor” conformado por familiares, amigos y compañeros que los aplaudían en el trayecto hacia su ceremonia de colación. La DGCyE instaba al envío de fotos de esos actos que luego se encargó de replicar en Facebook e Instagram.

La alusión a concursos, efemérides y actos escolares tenía una intensidad importante durante periodos prolongados en Twitter. Así se condensa una estrategia de marcar un activismo que tiene muy bajo costo para el Estado, donde los recursos institucionales y económicos que destina son escasos. Por otra parte, es posible identificar aquí cómo la DGCyE tiende a consolidar una política de eventos educativos como una línea rectora de gestión. Concursos, actos, efemérides se constituyen en dispositivos que buscan garantizar la sensación de una proactividad de parte del Estado provincial, que se agotan en un tiempo y espacios muy acotados que necesariamente culminan con una foto que registre el acontecimiento. Sin foto en las redes, no hay evento educativo.

* Comedi-FPyCS-UNLP