En las primeras horas de la mañana de este miércoles 18 de septiembre, sonaron todas las alarmas en el colectivo travesti-trans de la provincia de Buenos Aires: el bloque de Cambiemos en el Senado de la provincia de Buenos Aires convocaba al recinto para modificar la Ley Nº 14.783 de Cupo Laboral Travesti-Trans, que establece que “el Sector Público de la Provincia de Buenos Aires debe ocupar, en una proporción no inferior al uno por ciento (1%) de la totalidad de su personal, a personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo y establecer reservas de puestos de trabajo a ser exclusivamente ocupados por ellas, con el fin de promover la igualdad real de oportunidades en el empleo público”. La intención de esta reforma pergeñada de la noche a la mañana es reemplazar el cupo laboral travesti-trans por un cupo laboral lgbti, en sentido general, diluido y sin observar los motivos que dieron origen a esta Ley, fruto de la lucha de las organizaciones travestis-trans y pensada por una de las más grandes referentes del movimiento, Diana Sacayán.

Si se modificara la Ley, el artículo 1º quedaría redactado así: “el Sector Público de la Provincia de Buenos Aires debe ocupar, en una proporción no inferior al uno por ciento (1%) de la totalidad de su personal, a personas LGBTI que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo y establecer reservas de puestos de trabajo a ser exclusivamente ocupados por ellas, con el fin de promover la igualdad real de oportunidades en el empleo público”. Ablacionaron “personas travestis-trans” y ubicaron en su lugar al colectivo lgbti. Reemplazon a un colectivo en alto grado de vulnerabilidad por un colectivo diverso y transversal, que cubre todas las clases sociales, desde las más pobres y vulnerables hasta las más adineradas y privilegiadas.

 ¿QUE ES LA LEY CUPO LABORAL TRANS Y QUIEN LA CUMPLE HOY?

Hagamos un repaso. La Legislatura bonaerense sancionó la Ley de Cupo Laboral Travesti-Trans Diana Sacayán hace 4 años. Luego la gobernadora María Eugenia Vidal la cajoneó y se niega a reglamentarla, de manera arbitraria e inconstitucional (ver nota de Franco Torchia, en Soy del 2 de marzo del año pasado, titulada Crónica de un cajoneo anunciado). Con el correr de las horas y el repudio de las organizaciones que trabajaron durante años en el proyecto de reglamentación de la ley y de gran cantidad de organizaciones lgbti, la senadora autora del proyecto que busca modificar la ley, Elisa Beatriz Carca, anunció que había bajado el pedido de tratamiento sobre tablas y que el proyecto sacado de la galera se va a debatir en Comisiones. Esto significa solamente: aplazamiento momentáneo y quizá demora, después de haber sembrado el caos y la furia violentando a la comunidad travesti- trans, uno de los sectores más vulnerables de la población que habita la Argentina, y en un contexto sumamente delicado de crisis económica, a pocos días de las elecciones generales.

En el comunicado que difundieron las organizaciones que defienden la Ley de Cupo Laboral Diana Sacayán con la finalidad de reunir firmas contra la modificación, se explica por qué esta iniciativa destruye por completo los objetivos de la norma. Al “extender” el cupo laboral a las personas lgbti (lesbianas, gays, trans e intersex), se borra la razón de ser de esta ley: dar respuesta al estado de vulnerabilidad del colectivo travesti-trans, “que comienza por su expulsión temprana del hogar familiar y continúa de forma sistemática en la expulsión del sistema sanitario, educativo y, particularmente, del ámbito laboral. Es por ello que, ante la fatalidad del promedio de vida de 35 años en el caso de las feminidades travestis y trans, producto de la violencia estructural a la que el colectivo trans continúa estando expuesto. La sanción de la Ley de Cupo Laboral Trans surgió desde las organizaciones y el activismo trans como una necesidad de reparación”. A pocas horas de haber comenzado a circular el comunicado, siguen llegando adhesiones.

La Ley Diana Sacayán y su proyecto de reglamentación demandaron años de trabajo, donde las organizaciones participantes buscaron sostener el espíritu con que Diana la pensó: que las personas travestis y trans puedan tener alternativas a la prostitución, dado que en su gran mayoría no tienen otra posibilidad de subsistir.

¿QUIENES VAN CONTRA LA LEY? 

El grupo de senadorxs que presentó el proyecto es variopinto, pero llama la atención la procedencia de cada unx: no pertenecen al corazón PRO de Cambiemos sino más bien a la periferia. Hay tres por la Coalición Cívica (del sector de Elisa Carrió): la autora del proyecto, Elisa Beatriz Carca, Andrés De Leo (ambxs a punto de dejar la banca en diciembre y sin posibilidad de renovar) y Carolina Tironi. Dos por la Unión Cívica Radical (cercanos al gobernador Daniel Salvador): Flavia Delmonte y Agustín Maspoli. Y finalmente dos del sector de Emilio Monzó: su hermano Gabriel Monzó y Ana Laura Geloso.

El proyecto de modificación a la Ley de Cupo Travesti-Trans contiene varios aspectos absurdos. En los requisitos establece que las personas lgbti que “no se han acogido ni desean hacerlo a la Ley 26.743 (al cambio registral de género), deben acreditar copia de su partida de nacimiento”. Piedra libre para las personas lgbti que tengan registrada su identidad de género en la partida de nacimiento. Concurramos ya a hacer fila en el Registro Civil para que nos otorguen una partida nueva donde figure: “sexo: lesbiana”, “sexo: gay”, “sexo: travesti”, etcétera. (Lo que sería un paso adelante, pero falta un poco para avanzar a fondo con esta reivindicación de un sector del colectivo lgbti).

Otro absurdo: en sus fundamentos la reforma pretende “adecuar nuestra legislación al lenguaje del derecho internacional de los derechos humanos que busca proteger a las personas diferentes”. Sobre la adecuación de la Ley de Cupo Laboral Travesti-Trans, dice Lucas Ramón Mendos (oficial de investigación de ILGA Mundo y uno de los asesores que trabajó desde la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense. Mendos renunció a su cargo en octubre de 2017, al enterarse en una reunión de gabinete provincial que la ley fue cajoneada junto con el recorte del presupuesto para el área de Diversidad): “Pocas normas recibieron tanta atención de organizaciones internacionales de derechos humanos”. Estos son los organismos/autoridades internacionales que celebraron la sanción de la Ley Diana Sacayán: 1) Comisión Interamericana de Derechos Humanos; 2) Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas; 3) Comité de la CEDAW (que vigila la aplicación de la Convención sobre la Eliminación de todas formas de Discriminación contra la Mujer); 4) experto independiente de las Naciones Unidas sobre orientación sexual e identidad de género, en su misión a la Argentina en 2017; 5) Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales de las Naciones Unidas. Es decir, la Ley que debería estar vigente y aplicada pero duerme en los cajones de la gobernadora María Eugenia Vidal, no precisa ninguna adecuación al lenguaje internacional de los derechos humanos. Por lo tanto, no sería una razón valedera para su modificación.

Mientras tanto, continúa el estado de alerta y se siguen sumando adhesiones a la petición Decimos No al Expediente E385 2019-2020 que busca modificar la Ley de Cupo Laboral Trans de la Provincia de Buenos Aires.