El viernes pasado se vivió un hecho inédito en la Escuela República del Portugal, la número 23 del barrio de Floresta: Los chicos y las chicas, junto a sus docentes, habían preparado la canción "Antes y después", de Ciro y Los Persas, para el acto del Día del Maestro. Pero sobre la hora, desde la supervisión del distrito "sugirieron" no cantarla , por "una denuncia anónima", que acusaba al tema de haber sido "utilizado en una campaña política". Una semana después, la respuesta de la comunidad educativa llegó con forma de música, y de celebración: las familias organizaron un canto colectivo en la puerta de la escuela. Denunciaron la censura y pidieron que "Nunca Más" a un nene o una nena le digan que no puede cantar una canción, o leer un libro, en su escuela. 

Los padres y las madres tomaron la palabra, apoyando a la directora de la escuela, que fue quien recibió la "sugerencia", pero al mismo tiempo la expuso con firmeza. Los nenes y nenas dijeron con dibujos. Eligieron para la convocatoria una frase de Mario Benedetti: “Cantamos porque el cruel no tiene nombre, y en cambio tiene nombre su destino”. Y también una que dijo la directora, el día que tuvo que dar la noticia de la censura ante sus alumnos: "Lo siniestro puede transformarse en maravilloso".