Como respuesta frente al envío de más soldados norteamericanos al Golfo Pérsico, el presidente de Irán Hasan Rohani anunció que durante su participación en la 74ª Asamblea General de Naciones Unidas presentará un plan de seguridad para la región, que quedará en manos de los países aliados. En medio de la crisis diplomática desatada por los ataques contra instalaciones petroleras en Arabia Saudita, por los que Riad y Washington responsabilizan directamente a Teherán, Irán busca enfrentar a sus "enemigos" extendiendo "la mano de la amistad" a países vecinos. Autoridades iraníes anunciaron ademas la liberación del buque de bandera británica, el Stena Impero, que permanecía retenido desde julio en un puerto del sur de Irán.

"Este año, vamos a Nueva York con el eslogan 'Una coalición por la esperanza'. Vamos a proponer un plan en Naciones Unidas que se basa en el hecho de que Irán, con la ayuda de los países de la región, puede garantizar la seguridad en el Golfo Pérsico y en el estrecho de Ormuz", anticipó Rohani durante un acto por la Semana de la Defensa Sagrada, que recuerda a los iraníes fallecidos en el conflicto armado desatado entre Irán e Irak, entre 1980 y 1988. El presidente explicó que "la lógica del plan se basa en la autoseguridad" porque "la presencia de fuerzas extranjeras en esta región puede causar problemas".

Rohani se mostró dispuesto a "perdonar los errores del pasado para extender la mano de la amistad" a los países vecinos, en lo que considera "una coyuntura crítica" debido a la amenaza de los enemigos de la región, entre los que mencionó a "Estados Unidos, el imperialismo y el sionismo". "El camino que ha tomado Irán es el de la unidad, la solidaridad y la cooperación con los países de la región", sostuvo, y advirtió que "si realmente quieren seguridad en nuestra región, tienen que irse de ella", en clara respuesta al anuncio norteamericano de un inminente refuerzo de su presencia militar en la zona.

El sábado , el ministro de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, anunció la movilización de efectivos militares que trabajarán en "la defensa aérea y de misiles". Una semana atrás, un ataque sincronizado de drones no tripulados y, aparentemente, misiles crucero, impactó sobre las instalaciones de Aramco, la principal petrolera saudita, que debió recortar su producción en un 50 por ciento, como consecuencia de los daños.

Las relaciones entre Estados Unidos e Irán se enfriaron desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump el 20 de enero de 2017, con un pico en mayo de 2018, cuando el propio mandatario anunció la salida del acuerdo nuclear establecido por Teherán con las principales potencias nucleares del mundo. La salida del acuerdo trajo consigo la reactivación de las sanciones económicas contra la república islámica.

La liberación del Stena Impero

Mientras tanto, el petrolero de bandera británica Stena Impero, retenido desde julio en un puerto del sur de Irán, fue finalmente liberado y se espera que pronto salga del puerto, según informó la Organización de Puertos y Navegación de la provincia iraní de Hormozgan. "Tras la emisión del veredicto de la suspensión de detención del Stena Impero, el buque pronto comenzará a navegar desde el puerto de Bandar Abbas a aguas internacionales", informó el director de la Organización, Alahmorad Afifipur, en declaraciones a la agencia iraní de noticias Tasnim.

"Se están llevando a cabo los procesos legales para la salida de este petrolero de las aguas iraníes", dijo Afifipur, y agregó que "sigue abierto el expediente jurídico de sus violaciones". El petrolero británico, con 23 tripulantes a bordo, fue capturado el 19 de julio por la Guardia Revolucionaria iraní en el estrecho de Ormuz, cuando se dirigía desde Emiratos Árabes Unidos a Arabia Saudita.

Las autoridades iraníes acusaron al Stena Impero de violar las normas de navegación, algo que tanto Londres como su flota naval negaron. La captura se produjo dos semanas después de la incautación del superpetrolero iraní Grace 1 por parte de la Marina británica, cerca de la costa de Gibraltar, al sospechar que transportaba crudo a Siria, país sancionado por la Unión Europea. El Grace 1 fue finalmente liberado a mediados de agosto.