"La revolución del conocimiento no es un lujo que se dan los países que lograron un desarrollo inclusivo, sino que es la única solución que tenemos a la pobreza", declaró Facundo Manes durante la presentación de su nuevo libro "Decir presente, hacer futuro" en la sede de la UMET. El médico neurólogo y divulgador neurocientífico participó de una charla junto a la periodista y candidata a vicejefa de gobierno para la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Todos, Gisela Marziotta, y el rector de la UMET, Nicolás Trotta, en la que se destacó la importancia de invertir en Ciencia y Técnica para el desarrollo productivo del país.

"La propuesta de Manes es disruptiva pero muy acorde a los tiempos que corren", lo presentó Marziotta. "Acá lo que planteamos es la necesidad de una revolución del conocimiento y esta es una revolución que no puede darse a manos que se convierta en una política de Estado", agregó la candidata a vicejefa porteña para introducir al neurólogo.  

"Existe la creencia generalizada de que los países primero crecen económicamente y, una vez que tienen el dinero, pueden darse el lujo de invertir en educación, salud, nutrición y tecnología. Pero es al revés, los países que han logrado desarrollarse económicamente han sido aquellos que han invertido primero en esas áreas", explicó Manes ante la pregunta de si no existían prioridades más urgentes que atender. 

"Hoy en día, el motor de la economía del mundo es la innovación", aseguró Manes y cuestionó a aquellos sectores que identifican al sector agropecuario como el principal impulsor del desarrollo. "No estamos condenados al éxito, ni somos tan ricos en recursos naturales per cápita como creemos. Con el campo no alcanza. Si no empezamos a competir en serio por la generación de conocimiento en diez años vamos a seguir haciendo lo que estuvimos haciendo hasta ahora: administrar la pobreza", concluyó.

Para Manes, llevar a cabo una "revolución del conocimiento" significa "invertir estratégicamente en ciencia y técnica" con el objetivo de impulsar el desarrollo productivo de una economía. Según el neurocientífico, la única manera de generar las condiciones de riqueza para las 50 millones de personas que habitan el suelo argentino consiste en "volver a poner a la educación como prioridad" e "invertir más en ciencia vinculada a la producción". En este sentido, comparó el porcentaje del PBI argentino destinado a investigación y desarrollo con el de otros países, destacando que se encontraba en los mismos niveles que Gabón, Letonia y Senegal.

A lo largo de la presentación, Manes habló también sobre el hambre, la soledad, el aislamiento provocado por las redes sociales, la reinvención de la función de los docentes y la empatía. "Aunque resolvamos el hambre, tenemos que ir por la malnutrición y la pobreza. Ambas generan un estrés mental que afecta el aprendizaje, así que hasta que no solucionemos estos temas no podemos hablar de meritocracia. Es un verso", acotó. "Tenemos que volver a poner a la Educación y a la Ciencia y Técnica como prioridad. Nos creemos un país en vías de desarrollo, pero no lo seremos hasta invertir mucho más en este sector". Y el único modo para llevarlo a cabo -en este punto coincidieron Manes, Marziotta y Trotta- "es a través de políticas de Estado".

Informe: María Cafferata.