Estados Unidos anunció sanciones contra empresas chinas por comprar petróleo iraní, incrementando de esta manera la presión sobre la república islámica. Frente a esto el presidente iraní, Hasan Rohani, afirmó que no iba negociar bajo sanciones con su par estadounidente, Donald Trump. De esta manera parecen caídas las tratativas que encabezaba el presidente de Francia, Emmanuel Macrón, para lograr una reunión entre Trump y Rohani en en el marco de la Organización de Naciones Unidas que se desarrolla en Nueva York.

El Secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, dijo que las medidas impuestas por su país fueron en respuesta a violaciones de sanciones unilaterales que Estados Unidos había establecido contra Irán.  "Hoy estamos imponiendo sanciones a algunas entidades chinas por transportar deliberadamente petróleo desde Irán, en contravención de sanciones estadounidenses", dijo Pompeo en declaraciones a grupos de presión que se oponen al régimen iraní, al margen de la Asamblea de la ONU. "Le decimos a China y a todos los países: sepan que sancionaremos cualquier violación de nuestras sanciones para cada actividad", informó. El gobierno norteamericano impondrá sanciones tanto a las empresas como a sus directores ejecutivos. Pompeo también anunció "nuevas medidas" que no detalló, para "separar” a los Guardianes de la Revolución, una unidad de elite del ejército de la República Islámica, "de la economía iraní". "Estados Unidos intensificará esfuerzos para educar a los países y a las empresas sobre el riesgo de hacer negocios con los Guardianes y los castigaremos si persisten en desafiar nuestras advertencias", dijo Pompeo.

El presidente estadounidense, Dondald Trump, ya había adelantado esta medida en el día ayer ante la Asamblea General de Naciones Unidas. "Las sanciones no serán levantadas mientras Irán mantenga un comportamiento amenazante. Serán endurecidas", afirmó.

Este incremento en las sanciones hacia Irán se produjo cuando Francia lideraba esfuerzos de última hora para organizar una reunión en Naciones Unidas entre Trump y su homólogo iraní, Rohani, para calmar las tensiones. Sin embargo, luego de escuchar las declaraciones de Pompeo, el presidente de Irán cerró cualquier posibilidad de encuentro con su par estadounidense. "Quisiera anunciar que nuestra respuesta a cualquier negociación bajo sanciones es negativa", dijo Rohani en la Asamblea de la ONU. "Las fotos de recuerdo son la etapa final de las negociaciones, no la primera", sentenció. 

A su vez, el líder iraní pidió a Arabia Saudita que termine su ofensiva en Yemen, donde participa en la guerra civil como parte de una coalición que apoya al gobierno en su lucha contra los rebeldes hutíes, que reivindicaron el ataque contra las instalaciones petroleras del reino. "La seguridad de Arabia Saudita será garantizada con el fin de la agresión en Yemen, más que con la invitación de extranjeros", dijo Rohani. Irán ya había advertido que la presencia de fuerzas extranjeras enturbiaba la seguridad en la región, después de que Estados Unidos aumentar el número de tropas en la zona el viernes pasado.

El anuncio de estas nuevas sanciones por parte de Estados Unidos forma parte de su estrategia de "presión máxima" después de que Washington abandonara unilateralmente el acuerdo nuclear iraní. Esta táctica se reforzó luego de los ataques del 14 de septiembre contra instalaciones petroleras saudíes, que fueron reivindicados por los rebeldes hutíes de Yemen. Estados Unidos y Arabia Saudita sostienen que los drones y misiles que llegaron hasta las refinerías sauditas fueron lanzados desde Irán.

Desde su llegada a Nueva York, el presidente de Francia Emmanuel Macron encabezó una intensa actividad mediadora que incluyó reuniones por separado el lunes con Trump y Rohani, y un llamado el martes, durante su discurso en la tribuna de la ONU, a Estados Unidos e Irán para que reanuden las "negociaciones" y así evitar un enfrentamiento en el Golfo. Después de la cumbre del G7 en Francia, a fines de agosto, Trump soñaba en voz alta con un histórico encuentro con Rohani, que sería el primero a ese nivel desde la revolución islámica de 1979, y cuando falta un año para las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Pero los ataques contra instalaciones petroleras saudíes, provocaron una tensión renovada y temores de una escalada militar en la región, por lo que la reunión, al parecer, deberá esperar.