El desembolso del Fondo Monetario Internacional sigue en stand-by. “Será difícil encontrar una solución rápida”, reconoció ayer el vocero del organismo multilateral, Gerry Rice, al ser consultado por la demora en la llegada de 5400 millones de dólares previstos en el acuerdo con Argentina. “Es incorrecto decir que el FMI puso la relación con Argentina en espera. Seguimos completamente comprometidos a ayudar a que vuelvan al camino de la estabilidad y el crecimiento”, indicó el portavoz del Fondo. Rice intentó despejar así las dudas que generó el Director Gerente interino del organismo, David Lipton, al advertir que el país “deberá esperar un tiempo para reanudar una relación financiera”. Desde el Palacio de Hacienda confirmaron que retomarán las conversaciones formales a mediados de octubre pero reconocen que los recursos no ingresarán al país hasta comienzos de noviembre cuando ya se conozcan los resultados de las elecciones presidenciales. El FMI será el principal acreedor individual del próximo gobierno. Si no media una reformulación del acuerdo el organismo recibirá 1 de cada 3 dólares que pague Argentina entre 2020 y 2023.

“El ministro Lacunza dijo que el desembolso no es una necesidad inmediata. Trataremos de hacer todo lo más rápido posible”, sostuvo Rice en una conferencia de prensa al buscar justificar la demora en el desembolso que Argentina requiere para intentar mantener la estabilidad de sus cuentas externas. Los términos del préstamo establecen que los fondos deberían estar disponibles a partir del 15 de septiembre. Rice sostuvo que “no es excepcional en los programas del FMI tener un retraso en los desembolsos”. Consultado sobre si la Argentina deberá esperar a que haya un nuevo gobierno electo para avanzar con el desembolso, Rice sostuvo: "No tengo información específica sobre los tiempos. Avanzaremos lo más rápido posible e intentaremos hacer lo mejor que podamos para Argentina en todos los aspectos", agregó sin ninguna precisión.

A pesar de los guiños políticos que realizan las autoridades salientes, interinas y entrantes del FMI, todavía no comenzó la evaluación técnica del acuerdo. El reporte que elaboran los equipos técnicos es imprescindible para avanzar. El Staff del Fondo tiene dificultades para justificar el envío de recursos ante el rotundo fracaso del programa de financiamiento. Pero la llegada de los recursos no sólo está condicionada a la postergada revisión sino que ese documento deberá ser validado por el Directorio del Fondo.

Entre los representantes de los países comenzaron a escucharse voces de rechazo que proponen esperar al recambio presidencial. Los directivos de Italia, Suecia y Holanda hicieron saber su malestar a comienzos de mes cuando expresaron su negativa a validar el próximo tramo del préstamo. Los tres miembros que representan a un total de 29 países y suman el 12,85 por ciento de los votos, postulan esperar el próximo desembolso hasta el recambio presidencial.

“Espero con interés trabajar con las autoridades mientras asumo mis deberes el 1 de octubre", escribió el martes la flamante titular del FMI, Kristalina Georgieva, a través de su cuenta de Twitter. El ascenso de la economista búlgara fue confirmado por el Directorio del Fondo. Si bien sus actividades oficiales comenzarán la próxima semana, la funcionaria ya se reunió con el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, para analizar la crítica situación del país. "Argentina es un miembro importante del FMI y queremos que tenga éxito", publicó la reemplazante de Christine Lagarde.

Economista de 66 años, tenía asegurada su selección luego de que el FMI anunciara que era la única candidata a suceder a la francesa. Una de las ideas que suele repetir la búlgara que definirá sobre el futuro de la economía argentina es que, si hubiera más mujeres en la primera línea de la política, sería más fácil resolver los conflictos. "Si las mujeres tuvieran las mismas oportunidades que los hombres para alcanzar su máximo potencial, el mundo no solo sería más justo, sino también más próspero", afirmó este año.