¿Se puede prevenir el deterioro cognitivo que avanza por la edad y tener una buena calidad de vida? Investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario consideran que sí y realizarán una campaña para informar y alertar acerca de los factores de riesgo así como brindar recomendaciones.

La disminución de facultades mentales afecta la memoria, el lenguaje, el sentido de orientación y la capacidad de comprensión, de razonamiento, de juicio, de cálculo y de aprendizaje. Se produce como resultado de una serie de enfermedades y lesiones que afectan al cerebro, como el Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares. Y se convierte en una causa importante de invalidez y dependencia entre las personas mayores.

La Organización Mundial de la Salud lo considera un problema de salud pública en rápido crecimiento que afecta a 50 millones de personas en el mundo, a los que se suman unos 10 millones de nuevos casos cada año.

"Es normal que haya funciones que cambien,

algunas mejoran, como la memoria a largo

plazo, y otras comienzan a menguar"

Con el objetivo de visualizar este flagelo que va en crecimiento así como también aconsejar para prevenirlo y poder transitar lo mejor posible la edad avanzada, se organizó la Tercera Campaña contra el deterioro cognitivo. Se trata de una actividad de extensión universitaria de la Facultad de Psicología dirigida a los adultos de la ciudad de Rosario que se desarrollará desde el 30/9 hasta el 11/10, de lunes a viernes, de 9 a 17 en la Plaza San Martín.

Estrés y soledad

"Las funciones cognitivas son procesos mentales vinculados a la actividad cerebral, muy importantes para interactuar con el entorno, comunicarnos, hacernos entender, comprender al otro, en definitiva, para vivir con autonomía e independencia", afirman los profesores de la UNR Mauricio Cervigni y Pablo Martino.

Los psicólogos explican que es normal que a medida que pase el tiempo las funciones cambien y en algunos casos mejoren, como por ejemplo la memoria a largo plazo, pero hay otras que comienzan a menguar. El deterioro empieza con pequeños indicios de fallas en la vida cotidiana que a lo mejor la persona no percibe pero sí los que lo rodean y se lo marcan: "Te estás olvidando de las cosas", "estás pasando por alto cuestiones importantes". Son indicadores subclínicos que pueden pasar desapercibidos si no los analiza un especialista.

"El estrés no es necesariamente patológico,

depende del niveles que experimenta una

persona y los recursos para afrontarlo"

Forman parte de los factores de riesgo dormir mal, tener una deficiente alimentación y el estrés. "El estrés no es necesariamente patológico, depende de los niveles que una persona experimenta y los recursos que tiene para afrontarlo", expresa Martino y agrega: "Cuando las exigencias desbordan y no hay recursos, el nivel se eleva y si se sostiene en el tiempo, puede afectar la estructura cerebral. Esto sumado a otros factores de riesgo propios de la edad avanzada, puede facilitar el desencadenamiento del deterioro cognitivo".

Otra variable común en la tercera edad es el sentimiento de soledad que muchos perciben aunque vivan con alguien. "Está comprobado que este estado genera un deterioro acelerado", afirma Cervigni. Y resalta el concepto de salud que contempla lo bio psicosocial: "Tratamos de concientizar sobre la vinculación entre estar bien física, mental y emocionalmente cuando hablamos de salud".

Las primeras dos campañas realizadas en años anteriores estuvieron enfocadas en la concientización a través de conceptos claros y la estimulación a prácticas simples para la vida cotidiana. En esta oportunidad se utilizará un nuevo dispositivo de recolección de información que permitirá visualizar mejor el problema que ya se convirtió en pandemia. Se trata de una prueba llamada "Moca" que fue desarrollada en Canadá y ofrece un panorama pormenorizado de las variables cognitivas.

Este test brinda un resultado tentativo, con una idea aproximada sobre si existe alguna anomalía. Al cuantificar un posible deterioro, si el número está por debajo de lo que se espera de acuerdo a la edad y la escolaridad, se sugiere una exploración más completa por un profesional idóneo, es decir un psicólogo o médico dedicado a la neuropsicología. La prueba permitirá a los investigadores de la UNR hacer un trabajo de campo y contar con mediciones más detalladas.

¿En qué consiste el test? En simples pruebas vinculadas a la memoria, la atención y algunas funciones ejecutivas asociadas con la corteza pre frontal que tiene una raigambre evolutiva. Entre ellas, poder hacer una buena planificación, ser flexibles cuando la estrategia para enfrentar un problema es ineficaz y hay que alternar con otra mejor o tener una buena lectura emocional de situaciones específicas. Estas funciones disminuyen cuando se empieza a notar el deterioro cognitivo. La prueba permite discriminarlas y brindar un panorama del estado mental general.

Para sistematizar toda la información y pensar en acciones concretas, los psicólogos están proyectando crear un Observatorio de la Tercera Edad sobre enfermedades neurodegenerativas que pueda articularse entre la Universidad y la Municipalidad de Rosario. El objetivo es llegar a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad como lo es la tercera edad, y más aún si viven en contextos de pobreza. "Es ahí donde la política pública debe pisar con más fuerza", enfatizan.

Tips de prevención

-Ejercitar la mente de forma amplia a través de juegos de ingenio, de mesa, crucigramas, leer, escribir.

-Hacer ejercicios físicos de forma sistemática.

-Mantener una dieta saludable, de tipo mediterránea: rica en verduras, frutas, pescados que aportan omega 3 y antioxidantes.

-Descansar bien, entre 7 y 8 horas de sueño.

-Regular el estrés, tener un registro de lo que ocurre emocionalmente y cuando la situación y las exigencias desbordan, consultar con un profesional idóneo.

Mauricio Cervigni es investigador del Conicet y docente de "Práctica Profesional Supervisada A". Pablo Martino es investigador y docente de "Biología Humana". Ambos fundaron y dirigen el Laboratorio de Cognición y Emoción de la Facultad de Psicología de la UNR y el Centro de Investigación de Neurociencias de Rosario.