“Sabía que en algún momento iba a volver a Racing. El tema era cuándo. Tenía que sentir que era el momento. Y se dio. Me vinieron a buscar, me hablaron los jugadores y el club tenía posibilidades de jugar un torneo internacional, y no quería dejar de estar en los primeros lugares. Pero veían que estaban bajando mucho, entonces me pareció que era el momento indicado para poder volver”, dijo Diego Cocca, quien condujo al conjunto de Avellaneda a lograr el Torneo Transición 2014.

Un año después del título, que cortó una sequía de 13 años sin festejos, se despidió, emocionado, en busca de nuevos desafíos. Le llegó su chance en Millonarios de Colombia y la afrontó con buenos resultados: dirigió 11 partidos, ganó siete, empató uno y perdió tres. Hasta que lo fueron a buscar para reeditar la gesta exitosa.

–¿Por qué se fue anteriormente?

–Me sentía muy desgastado, muy cansado. Uno a veces no toma noción del privilegio que tenemos de ser técnicos y sobre todo en el fútbol argentino, que te permite quedar en la historia de los clubes. Dejé que el estrés de la profesión me invadiera y necesitaba un poquito de paz. Ahora será mi objetivo, también, poder encontrar ese equilibrio para no desgastarme tanto.

–¿Qué le dejó su paso por Colombia?

–Me ayudó mucho ir a buscar un objetivo distinto, como lo era adaptarme a una idiosincrasia distinta, un fútbol distinto, que uno no conocía ni estaba empapado. También me motivó el hecho de poder entrarle al jugador colombiano y hacer algo con eso. Realmente sentimos que lo logramos, que el equipo tenía una idea, tenía una manera de jugar, se le ganó al último campeón de Colombia (Independiente Santa Fe, dirigido por Gustavo Costas), y también a Atlético Nacional, que llevaba un invicto de 22 partidos. Nos sentimos capaces de afrontar ese desafío, así que me ayudó mucho y tengo un grato recuerdo de mi paso por ahí.

–En este segundo ciclo, ¿para qué cree que está su equipo?

–No lo sé, recién estamos empezando. Lo que siempre busco es mejorar cada día, estar cada vez mejor, que el equipo recorra un camino hacia una idea, una identidad, una manera de jugar que lógicamente está emparentada con la historia de Racing. Un equipo protagonista, que sale a jugar de igual a igual y busca el arco rival. Después veremos hasta dónde nos da, pero queremos lograr un equipo protagonista.

–En la Copa Sudamericana enfrentarán a Rionegro Aguilas de Colombia. ¿Qué imagina para la vuelta a la competición internacional?

–En este semestre son dos partidos. El primero de marzo (en el Cilindro de Avellaneda) y la vuelta es el primero de junio. Cuando empieza y cuando termina el torneo, lo que nos da la posibilidad de jugar la Sudamericana y luego olvidarnos por tres meses para meternos de lleno en el torneo local. Hay que buscarle las cosas positivas. Ese primer partido es el primer objetivo y es muy importante para nosotros.

–¿Repetirá el 4-4-2, táctica del equipo campeón, o imagina alguna alternativa?

–A mí me gusta siempre tener variantes. El 4-4-2 me gusta y sé que me puede dar resultado y que muchos de los jugadores que tengo ya se han adaptado y lo tienen, pero también quiero buscar alguna variante más. Lo estamos intentando y sabemos que no será fácil. Podría ser con tres puntas y tres volantes. Por ejemplo, el caso de (Marcelo) Meli es importante porque ha jugado de volante interior, pero viene de seis meses sin hacer fútbol (en Sporting Lisboa). Habría que recuperarlo para ver si nos puede dar una mano y aportar en ese lugar.

–¿Cómo está el plantel con la lesión de Lisandro López?

–Fue muy duro. Todos sentimos el dolor que tenía Lisandro y se imaginaba lo peor. El nos trasladó lo mismo. En el vestuario, en el entretiempo, era difícil concentrarnos en lo que teníamos que hacer en el segundo tiempo, porque estábamos pensando en él. Pero se intentó, se salió a jugar y por suerte cuando llegaron las noticias de que no había sido nada tan grave (desgarro del ligamento lateral interno) nos alivió muchísimo.

–¿Cómo se desarrolló una pretemporada sin certezas del calendario?

–Fue raro, lógicamente. Todos teníamos una fecha de inicio, nos preparamos para eso y después se fue estirando y estirando. Realmente a nosotros, a nivel trabajo, nos sirvió porque somos un cuerpo técnico nuevo con dos refuerzos que tienen poco tiempo con nosotros. Pero claro, cuando ya jugaste el octavo o noveno amistoso cansa, y corrés el riesgo de que suceda lo de Licha y que anteriormente había pasado con Pablo Alvarez. Uno necesita jugar, pero siempre estás arriesgando. Teóricamente ya queda poco tiempo y lo mejor que puede pasar es que arranque. Ojalá que sea lo mejor para el fútbol argentino, que se encuentre un presidente y que se tomen decisiones. Porque lo que está claro es que al no decidir no se avanza para ningún lado.

–Uno de los temas latentes en la reestructuración del fútbol doméstico es el debate entre los clubes como asociaciones civiles o el desembarco de las sociedades anónimas deportivas. ¿Qué opina al respecto?

–Todo depende del contexto. En el contexto del fútbol argentino estamos acostumbrados a que el club es de los socios. Así lo vivimos y así lo sentimos. Entonces a mí me parece bien. Claro que hay que defender eso, hay que darles un dinero a los clubes para que puedan sustentarse porque cumplen una función social muy grande. Y si podemos armar esa estructura para que los clubes sigan así no habrá ningún problema.

–Luego de su doping positivo, Brian Fernández llegó tarde a entrenar y estuvo cerca de perderse la pretemporada. ¿Cuál es su situación actual?

–Esto es un día a día, es una carrera larga. No es de 100 metros, es una maratón. Le dije que mi objetivo es que haga un gol en el partido de vuelta con Rionegro Aguilas en Colombia, en el cierre de la campaña. No en un amistoso ante Independiente. Por supuesto que todo sirve y todo suma, pero él me va a demostrar que realmente está bien, y que es profesional si cumple todo el semestre con las pautas de convivencia. Quiero hacer de él un jugador que pueda tener estabilidad y 15 años más de fútbol.

–¿Qué lugar les dará Lautaro Martínez, Brian Mansilla y Matías Zaracho, quienes recientemente consiguieron la clasificación al Mundial Sub-20 con la selección juvenil?

–Estamos muy contentos por ellos, marca que tenemos jugadores interesantes en las inferiores, que se han ganado un lugar en la selección. Han venido más maduros desde lo mental, pero también muy desgastados desde lo físico. Por eso les dimos algunos días libres para que descansen. Pero los estamos trabajando para que nos sigan aportando, y sumen más variantes a este plantel. Siempre es bueno tener un equilibrio, aprovechar a los jugadores de jerarquía y experiencia como (Agustín) Orion y Licha (López) y también a los juveniles, con toda su rebeldía y sus ganas de querer aprender y querer ser.

–¿Cómo es el vínculo que lo une con la gente de Racing?

–Muy especial. Siento que hay un amor muy grande por la imagen del año y medio que estuvimos trabajando. Quiero que siga así. El desafío es que nos sigan queriendo a todos y la única manera es dándoles resultados. Que la gente se sienta identificada con el equipo. Eso demanda mucho trabajo y estamos convencidos de que lo vamos a hacer, y que este vínculo de amor que tenemos con toda la gente de Racing seguirá igual.

–”Prefiero perder con Independiente, pero pelear el torneo”, pronunció en su primer ciclo y casi le costó el cargo. ¿Se animaría a repetirlo o fue un aprendizaje?

–Yo lo que digo siempre es que esos primeros seis meses en Racing fueron un máster en mi carrera de técnico. Aprendí muchísimo y está claro que uno crece a partir de los errores. Y para mí fue un error en un club como éste, en un ambiente como éste, decir esas cosas. Pero bueno, siempre digo lo mismo, yo sigo sintiendo lo mismo. El fútbol lo vivo de esa manera. Y quedamos en la historia por salir campeón, no por otra cosa.