El Gobierno ha decidido cerrar al público de forma inmediata el Valle de los Caídos, que volverá a abrirse cuando se haya efectuado la exhumación de los restos de Francisco Franco. La orden para el cierre temporal del Valle figura en el acuerdo definitivo aprobado este viernes por el Consejo de Ministros con el que se pone punto y final a un procedimiento iniciado hace un año y que se ha topado con múltiples obstáculos consecuencia de los numerosos recursos planteados por la familia del dictador y su entorno.

El Gobierno ha acordado este viernes que el traslado de los restos desde el Valle de los Caídos hasta el cementerio de El Pardo-Mingorrubio se produzca en una fecha todavía por determinar, pero en cualquier caso antes del próximo 25 de octubre, para alejarlo todo lo posible de la campaña electoral.

Fuentes del Ejecutivo prevén que el traslado pueda ejecutarse entre el 19 de octubre -sábado- y el 22 de octubre -martes-, aunque todavía no está cerrada la fecha definitiva. El coste de la exhumación y posterior reinhumación se acerca a los 11.000 euros, una cantidad que las fuentes no consideran elevada para la magnitud y la importancia de la operación.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta Carmen Calvo ha argumentado que que el Gobierno necesita "días para tener el Valle de los Caídos cerrado, con condiciones de seguridad, con las decisiones técnicas para llevar a cabo esta operación". "Antes del día 25 de octubre, Franco no estará en el Valle de los Caídos" sino "en un lugar discreto, en el ámbito de su familia, y nadie podrá enaltecer a un dictador en la democracia española", ha subrayado. "Todo lo demás es tan secundario", ha zanjado.

El acuerdo del Consejo de Ministros especifica que "con al menos 48 horas de antelación" se avisará a la familia de la fecha y hora concreta de la exhumación, que propondrá la vicepresidenta al presidente para que dé el "último OK". Con la misma antelación, ha añadido Calvo, se informará también a los medios de comunicación, que podrán ser testigos de la salida de los restos de la Basílica desde la explanada del Valle.

A la familia se le permitirá estar presente, si así lo desea, en la exhumación, traslado e inhumación, cuando se podrá celebrar "una breve e íntima ceremonia acorde con sus preferencias religiosas", precisa el acuerdo. El Ejecutivo, aclaran fuentes del Gobierno, adoptará las medidas que sean necesarias para que nadie, tampoco los familiares, puedan tomar imágenes ni grabar sonido en los actos de exhumación y reinhumación. En todos estos momentos, así como en el traslado, estará presente la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino.

La vicepresidenta no ha aclarado con qué medio de transporte se trasladarán los restos porque se trata de un elemento que el Ejecutivo aún está valorando en función de qué opción sea la más segura y menos incómoda para los ciudadanos, sin descartar la vía aérea.

De Público.es de España. Especial para Página/12