Por M.W.

Los chaqueños van a las urnas para designar gobernador y vice. También autoridades legislativas en una de las pocas provincias que adoptó el sistema de doble vuelta (idéntico al nacional) para las elecciones del Ejecutivo.

La coyuntura agrega otra simetría: se considera imposible que el peronista Jorge Milton Capitanich no salga primero y hasta sería batacazo que no se impusiera hoy mismo, sin necesidad de ballotage. El principal competidor, el radical Carim Peche se distanció todo el tiempo de Cambiemos y del presidente Mauricio Macri. La táctica es sabia, condición necesaria para participar con chances en las provincias pero no suficiente para vencer.

Capitanich puede llegar a su tercer mandato, superando al radical Ángel Rozas que acollaró dos años atrás. Todas las referencias históricas de esta nota se refieren al período de la recuperación democrática iniciado en 1983.

Es un distrito marcadamente bipartidista: el peronismo obtuvo cinco veces la gobernación, la Unión Cívica Radical (UCR) tres. Acción Chaqueña, partido provincial cría de la dictadura militar, consiguió meter una cuña en el período 1991-1995. Su referente, José Ruiz Palacios, mandatario de facto en Chaco durante el apodado “Proceso”, quedó excluido de la competencia por motivos legales, de residencia. El gobernador fue un dirigente político afín, médico él: Rolando Tauguinas.

La primacía peronista se viene prolongando ininterrumpidamente desde 2007, Capitanich es su figura central. Ahora consiguió superar al actual gobernador, Domingo Peppo, en una enrevesada interna.

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Capitanich le arrebató la municipalidad de Resistencia a la UCR en 2015. Trasladó allí su intenso e hiperquinético estilo de gestión. Protagonista con peso específico nacional, fue Jefe de Gabinete durante las presidencias de Eduardo Duhalde y Cristina Fernández de Kirchner.

Peppo lidió contra el recuerdo de los buenos tiempos de Capitanich gobernador conviviendo con el kirchnerismo en la Casa Rosada. En los comicios de medio término de 2017 el actual mandatario conservaba el timón del Partido Justicialista.

Años de malaria macrista resintieron sus chances y acentuaron la disputa con “Coqui” Capitanich. A principios de 2019 Peppo suspendió sorpresivamente, “solo por este año” las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) provinciales establecidas por ley. Entreveía una derrota a manos de Capitanich. Consumó un acuerdo legislativo exprés con la UCR que pensaba presentarse sin internas, con listas de unidad: conveniencia mutua frente al adversario común. Capitanich puso el grito en el cielo y comenzó una contienda plena de peripecias, que abarcaron profusas judicializaciones.

En cierto sentido, ironizan baqueanos locales, estaban de acuerdo: ambos querían que uno ganara la senaduría nacional y otro la gobernación. El problema es que los dos pretendían el Ejecutivo y le “dejaban” la banca en la Cámara Alta al compañero-rival.

Los dos se inscribieron en las PASO para senadores nacionales. Una jugada “testimonial” porque ninguno quería irse al Congreso. El comicio del 11 de agosto funcionó como atípica interna para la gobernación: Capitanich ganó cómodo.

Alberto Fernández, ya investido como candidato, dialogó con Peppo, convenciéndolo para que diera un paso al costado. Meses atrás habían reñido feo en redes sociales pero los dos supieron bajar la bronca. El poder ordena, en doble acepción del modo verbal. Se chimenta que medió el ofrecimiento futuro de una embajada, versión que solo podrá corroborarse más adelante, eventualmente.

Capitanich lidera el Frente Chaqueño que aglutina a casi todo el justicialismo local, más un archipiélago de partidos “chicos” conforme es tradición en este y otros distritos bipartidistas.

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Otro peronista tercia sin esperanzas por la gobernación: Juan Carlos Bacileff Ivanoff. Era vice de Capitanich en el período 2011-2015; lo suplió en la Gobernación cuando éste fue a la Casa Rosada a sumarse al Gabinete de Cristina. Bacileff Ivanoff, vaticinan los sondeos, podría superar un porcentaje de dos dígitos pero sin llegar más allá.

Diez intendencias provinciales desdoblaron su renovación de autoridades respecto de la provincia, incluso las dos más importantes: Resistencia y Presidencia Roque Sáenz Peña. Es prematuro mechar profecías ahora: correrá mucha agua bajo los puentes hasta el 10 de noviembre.

Hay favorito claro, debe formularse la salvedad imprescindible: los partidos terminan con la pitada final y las elecciones cuando se cuenta el último voto. Ojalá que sea una nueva jornada federal con alta participación y respeto a las reglas de la competencia democrática.