“Soy montaña, soy valle y del río mi voz / Soy América hermana, caña mambe y ambil / Tengo sangre mulata y mi tierra es así”, canta Catalina García en “Encanto tropical”, la canción que le da nombre último disco de Monsieur Periné, una de las bandas colombianas con mayor proyección internacional. Después de pasar por San Francisco Jazz Festival, Ruido Fest de Chicago, Rock in Río y Lollapalooza Chile, el grupo de Bogotá llegará esta noche a Niceto Club. “Encanto tropical (2018) es nuestra visión sobre el Trópico: su poesía, su tradición, el legado de haber crecido escuchando la época de oro de América latina a través de nuestros padres y abuelos. Y de encontrar en toda esta tradición latinoamericana una fuente infinita de inspiración. Este disco es un homenaje a nuestra manera de vivir el trópico, que no solo está dibujado por la playa, sino que también tiene contrastes, montañas, ríos y selvas”, explica García, antes de presentarse en el espacio ubicado en Niceto Vega 5510, a las 21.

La banda surgió en 2012 tocando covers de jazz, música francesa y bossa nova en bodas y fiestas, pero con la secreta intención de abordar y reinventar los sonidos de su tierra. De ese modo, encontraron en su primer disco, Hecho a mano (2012), un punto de conexión entre el jazz manouche y el gipsy jazz, y las músicas folklóricas latinoamericanas. En Encanto tropical, en tanto, profundizan en la música de su región: merengue, cumbia, bolero, música andina, todo amenizado con una buena dosis de pop. En el disco se destacan el merengue apambichao “Llévame”, la canción pop “La tregua” (con Vicentico), la folklórica “Guayabas y flores” y la adhesiva “Bailar contigo”, que acumula 23 millones de reproducciones en Spotify y 30 millones en YouTube.

“No somos puristas, pero lo que hacemos es retomar una tradición musical en la cual fuimos educados en nuestras casas”, dice el multiinstrumentista Santiago Prieto, la otra pata del dúo. “Nos hemos pasado los últimos años de gira y nos empapamos de otras culturas y músicas. Y eso nos sirvió para mirar hacia adentro. Cuando uno está afuera, empieza a darse cuenta que lo propio lo hace único frente a los demás. Nosotros venimos desde el comienzo de nuestra carrera, en 2011, haciendo el ejercicio de reivindicar las raíces latinoamericanas porque crecimos escuchando a grandes exponentes de la música latinoamericana y sus tradiciones. En el nuevo disco, el swing aparece no tanto volcado sobre la guitarra, sino en los arreglos o la elegancia de la música”.

-¿Y qué encontraron en esa investigación adentro de la música del Trópico?

Santiago Prieto: -Una línea común que conecta todos nuestros álbumes tiene que ver con la influencia del ritmo vinculada con la raíz africana, indígena y también europea. Fue una investigación en término de ritmos pero asociados a la naturaleza. Nos dimos cuenta de que toda las músicas populares que escuchamos tienen origen en el campo y la influencia de la naturaleza en la música. Por ejemplo, la cumbia nace en el bosque seco tropical, en el cual hay un clima especial y están los materiales para crear los tambores y las flautas. Entonces, lo que tratamos es de representar ese paisaje y acentuar la diversidad de nosotros como banda. Nos gusta ser multiinstrumentistas y aprender de distintos ritmos; ser muy variados en nuestra música.

-En este momento del mundo en el que afloran políticas de segregación, xenofobia y represión a movimientos sociales, ¿se torna más importante apostar a lo diverso, a lo plural y la convivencia de lo diferente?

S. P.: -Sí, nosotros hacemos mucha defensa de eso, más allá de los géneros musicales, en términos de las libertades de los sujetos, de la mujer. Cata es muy defensora de la causa de la mujer y la gente oprimida. Estamos en un momento muy complicado en todos nuestros países, donde aparecen ideas de homogeneización y control. Nosotros estamos parados en el lugar de la resistencia, incluso desde la música. Porque en la música hoy todo se está "reggaetonizando". Es un poco lo que pasa con las semillas y Monsanto: ellos quieren controlar y vender todo lo que le pertenece a la tierra y adueñarse la genética de las semillas. Todos los ámbitos culturales son espejos de los social y lo político. Por eso nos preocupamos por llevar un mensaje liberador, más allá de divertir. Somos conscientes de que el arte es un acto de poder.

-La fuerza femenina siempre estuvo presente en la música latinoamericana. Catalina, ¿considerás que sos una continuadora de esa tradición? ¿La voz femenina vibra con más potencia en la actualidad, no?

Catalina García. : -El primer concierto al que asistí en la vida fue uno de Mercedes Sosa y fue gracias a mi madre. La música de Mercedes me conecta con el vientre de mi mamá y con ella. Entonces, están presentes en mi ADN musical Mercedes, la Chabuca (Granda), Violeta Parra, Totó La Momposina, Chavela Vargas, Lola Flores. Para mí es muy bonito tener un lugarcito en este momento en la música latinoamericana y saber que lo que hago es el resultado de haber crecido escuchándolas; pero también es una semilla que seguramente brotará en el mensaje y en el camino de otras cantautoras. Creo que eso es lo más importante para hablar de la fuerza que tenemos las mujeres en el planeta y saber que así como llevamos en nuestro ADN el legado de muchas otras voces que quisieron narrarse a sí mismas, pues también empezamos a ser como semillitas que van creciendo en las voces de otras.