La empresa tucumana Supermercado Emilio Luque afronta un proceso de crisis en cuyo marco no está pagando los sueldos a sus empleados de las distintas sucursales del NOA y tiene las cuentas embargadas por la AFIP. En Salta, donde los estantes del local están casi vacíos, y no hay ventas, este jueves comenzó un proceso de conciliación en la Secretaría de Trabajo, entre trabajadores y el gerente, Víctor Brito.

El secretario gremial del Sindicato de Empleados de Comercio de Salta, Ángel Ortiz, explicó a Salta/12 que en la provincia el desabastecimiento de la sucursal es total. Aún no hay una medida de fuerza efectiva por parte de los trabajadores y trabajadoras pero decidieron llamar a una conferencia de prensa para dar a conocer las condiciones en que se encuentran. 

"(El personal de Luque) afronta un atraso salarial desde agosto. No hay ventas, no tienen tareas para realizar. Cortaron el suministro eléctrico por falta de pago, la sucursal está funcionando con grupo electrógeno que cubre el 30% del local. Hace 20 días tienen un pedido de desalojo del dueño del alquiler”, detalló Ortiz.

Iván Rivero trabaja en Luque hace 17 años, se trasladó de Tucumán a la sucursal de Salta hace cuatro años, ahora subsiste con la ayuda de familiares y de changas que consigue fuera del horario laboral en el supermercado. 

“Desde marzo nos quitaron la bancarización, porque la empresa tenía embargadas las cuentas, nos pagaron dos meses por ventanilla y desde junio en goteo de lo que seguimos vendiendo. Hoy no estamos facturando ni 7 mil pesos por día, (de ese ingreso) 2.500 se usan para hacer andar el grupo electrógeno porque nos cortaron la luz y la empresa no nos da ninguna solución. 700 pesos cobramos esta semana”, expresó Rivero.  

Dijo que el supermercado sigue abierto y necesitan vender lo poco que queda de mercadería para llevar un ingreso a sus hogares. El hombre contó que su esposa se quedó sin trabajo y que tienen dos hijos que estaban cursando en la universidad pero uno tuvo que dejar los estudios por la falta de recursos económicos. 

“La situación es de una crisis profunda”, dijo el referente gremial. La empresa tiene comercios también en Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero. En la primera provincia sus empleados están de paro y tomaron la planta de depósitos; en Catamarca del mismo modo se encuentra en dificultades económicas, y ya vendió las tres filiales que tenía en Santiago del Estero.

Ortiz explicó que en la Secretaría de Trabajo de Salta la empresa planteó que entró hace dos semanas en “una convocatoria a acreedores y tramitó un proceso preventivo de crisis que no ha sido homologado porque tienen que tener por lo menos los últimos dos años de balances deficitarios, y no lo pudieron acreditar”.

En Tucumán, donde está la casa central de Luque, en la justicia civil y comercial dieron admisión a la convocatoria de acreedores. "Se ha designado el síndico correspondiente a la empresa. Estamos esperando a ver cómo se resuelve porque la empresa se encuentra embargada por la AFIP ante la falta de pagos de aportes de la seguridad social y de tributos nacionales. Está inhabilitada para operar en sus cuentas bancarias, es lo que ha llevado a este empantanamiento total”, expuso Ortiz.

Ante este panorama, Ortiz sostuvo que el camino a seguir “no es previsible”, con el concurso de acreedores Luque quiere levantar los embargos que tiene hace cuatro meses, “todos los recursos de cobro con tarjeta de crédito o vía de sistema se han absorbido en las cuentas bancarias pero los ha inhabilitado la AFIP”.

La empresa planteó en audiencias “que quiere habilitar, y poner en funcionamiento esos recursos para reaprovisionar y cumplir con los sueldos caídos”. El referente del Sindicato de Comercio dijo que son procesos judiciales que pueden llegar a demorar tres o cuatro meses en los que esperan que Luque recupere operatividad.

El sindicalista dijo que, por otro lado, los propietarios de la firma “especulan con el tema de la venta. Lo han intentado en Salta pero no han conseguido interesados para concretar la operación de compra”. En tanto, para Rivero, es "imposible que se venda porque el  local está alquilado, tiene un contrato en dólares, se deben cinco meses, ya hay una intimación de desalojo y se debe la luz". 

Para finalizar, Ortiz dijo que “la situación es desesperante, los trabajadores ven a diario lo que les está pasando y la falta de respuestas que tenemos”. Rivero, por su parte sostuvo que espera que si el dueño, Emilio Luque, no puede levantar la empresa, los indemnice para que puedan buscar otro empleo.