desde Roma

Hubo quienes la compararon con la famosa “marcha sobre Roma”, una manifestación organizada por el Partido Nacional Fascista el 28 de octubre de 1922, que abrió el camino a la dictadura de Benito Mussolini. Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga, no se quedó atrás en su calificación de la manifestación organizada este sábado por su partido y a la que se plegaron sus amigos de la derecha, Silvio Berlusconi de Forza Italia y Giorgia Meloni de Fratelli d’Italia. Sin mencionar al fascismo ni la “marcha sobre Roma” porque hubiera sido tal vez demasiado, calificó sin embargo la manifestación como “el acto fundador” de la reconquista del poder.

Salvini, cuyo partido fue aliado de Berlusconi desde el primer gobierno de éste en 1994, cuando la Liga Norte era una pequeña formación sólo localizada en el norte de Italia, en las elecciones italianas de 2018 consiguió el 17,4 por ciento de los votos. Quedó como tercer partido nacional bastante atrás del Movimiento Cinco Estrellas, con el 32,7 por ciento, y casi empatado con el Partido Democrático, de centroizquierda y con el 18,7. En las recientes elecciones europeas de mayo, en cambio, la Liga consiguió el 34,3 por ciento de los votos, ubicándose como primer partido.

De más está decir que las elecciones europeas no pueden equipararse a las elecciones italianas. Pero de todas maneras esos resultados le hicieron pensar a Salvini que podría llegar a ser primer ministro de Italia si se hacían nuevas elecciones. Y por eso boicoteó al gobierno del que formaba parte junto a los Cinco Estrellas. Pero su proyecto de ir a elecciones cayó en la nada cuando el M5S se alió con el PD para formar el actual gobierno y seguir hasta el final de la legislatura en 2023, a no ser que algún problema entre los aliados ponga al gobierno en crisis y se deba convocar a elecciones anticipadas.

Este fracaso en su intento para que hubiera elecciones fue la motivación de la manifestación de la derecha este sábado, que califica como “ilegal” al actual gobierno. Los cerca de 50.000 manifestantes según la policía o 200.000 según la Liga, presentes en la plaza frente a la Iglesia de San Juan de Letrán de Roma, gritaron todo el tiempo pidiendo elecciones y agitando banderas de la Liga pero también de Fratelli d’Italia. Un grupo de ultra derecha fascista, conocido como Casa Pound, cuya presencia fue cuestionada incluso por gente de Forza Italia, aplaudía a más no poder a los tres líderes que hablaron en el escenario.

“Mirarlos a todos ustedes desde el palco es una sensación bellísima. Los abrazo a cada uno. Gracias por estar. Esta no es la plaza de Matteo, Giorgia, Silvio, sino de todos ustedes. Esta no es una plaza de extremistas sino de italianos orgullosos de ser italianos”, dijo Salvini dirigiéndose a los manifestantes, con el aire simpaticón y populista que lo caracteriza siempre. El líder de la Liga abordó varios temas en su discurso en el palco de la manifestación. Pero siempre con un tono agresivo, incluso cuando se trata de temas graves como los migrantes. 

“Hay quien dice que quien vota a la Liga no es cristiano. Yo en cambio creo que quien tiene fe quiere que no haya más partidas (de migrantes). Quien permite su entrada se arrodilla pero tiene las manos sucias”, dijo. Y agregó: “Los hechos nos dan razón. Menos partidas, menos desembarques, menos muertes. Con el gobierno actual han aumentado las partidas, los desembarques y los muertos”, subrayó, aludiendo al cierre de los puertos italianos para las barcas de organismos de solidaridad que salvaban migrantes en el Mediterráneo y que él decidió cuando era ministro del Interior.

Berlusconi fue más lejos en su discurso y se las agarró con la izquierda. “Italia no quiere ser gobernada por la izquierda, por los comunistas, porque está bien claro qué significa su gobierno. Quiere ser gobernada por nosotros. Porque nosotros representamos la mejor Italia, que trabaja, que produce. Sólo si estamos todos juntos podremos cambiar nuestra Italia”. Y aludiendo a los cuatro partidos que según él son comunistas, añadió: “En Italia hay una quinta izquierda que gobierna, la izquierda judicial formada por la magistratura, que nunca ha dejado de hacer política” y dijo no tener miedo de ella después de haber pasado ocho procesos judiciales.

“Son siete millones de desilusionados que no votan pero se definen moderados, liberales, anticomunistas. Hoy recomienza nuestro camino por la libertad. Tenemos como objetivo ganar juntos las próximas elecciones”, subrayó.

Giorgia Meloni, la Líder de Fratelli d’Italia pidió por su parte a Salvini y a Berlusconi que firmaran un pacto, allí, delante de todos, asegurando que nunca se aliarían con el PD o con el M5S. Y Meloni, que está más a la derecha de Berlusconi, pidió medidas durísimas contra los inmigrantes. “Construiremos un gobierno que diga que la inmigración ilegal no se puede hacer en Italia. Si son necesarios muros, los construiremos. Si son necesarios bloqueos navales, se harán los bloqueos”, dijo en tácita alusión al muro mandado a construir por el presidente estadounidense Trump en la frontera con México y al cierre de puertos decidido por Salvini.