El jefe militar a cargo de la seguridad de Santiago, Javier Iturriaga, decretó este lunes por tercer día consecutivo toque de queda nocturno para hacer frente a las incesantes protestas sociales , que ya provocaron al menos 11 muertos en todo el país, cinco de ellos atrapados en los incendios que acompañaron los saqueos, dos por heridas de bala y otros cuatro cuya causa todavía no fue establecida.

"Necesitamos nuevamente decretar toque de queda, el que regirá para toda la región Metropolitana a partir de hoy a las 20H00 (23h00 GMT) y hasta mañana a las 06H00 (09H00 GMT)", dijo Iturriaga en un mensaje televisado en el primer día laboral tras el estallido social iniciado el viernes y que continuó el fin de semana.

Poco antes del anuncio, miles de personas coparon la céntrica plaza Italia de la capital, en la mayor concentración desde el inicio de las protestas, que comenzaron con una campaña de evasión masiva en las estaciones de subterráneo.

"Que se vayan los milicos", gritaban a coro los manifestantes, en abierto desafío a las fuerzas militares y policiales que ocuparon el centro de la capital chilena.

"Esto no para; esto no para hermano", afirmó una manifestante a la televisión local, cuando en un ambiente de gran tensión los chilenos abordaban el primer día laboral tras el estallido de las protestas, las más violentas desde el retorno a la democracia en 1990, tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.