Orense es una joven microempresa familiar de alfajores y dulce de leche. En un contexto general recesivo y especialmente adverso para las golosinas, la empresa ha sabido ubicarse con buenos precios en un segmento de mercado exigente. Actualmente produce un promedio de 4000 alfajores por día. Cash entrevistó a su dueño, Alejandro Estevez.

¿Cuáles fueron los “hitos” de crecimiento de Orense?

- Orense comenzó en 2015 a partir de un proyecto familiar de pastelería. Comenzamos vendiendo un producto básico en almacenes y kioscos pero siempre proyectando hacer algo más grande y formal, más empresarial. Al año siguiente la marca comenzó a crecer y creo que la clave fue apuntar a un producto que pueda satisfacer las necesidades de la clase media, con un buen balance entre precio y calidad. Es un alfajor con excelente materia prima y una presentación un packaging de primera línea. Entonces podemos competir con las primeras marcas con precios mucho más bajos.

¿Qué inversiones necesitaron para crecer?

- La inversión se solventó con ahorros, la venta de un fondo de comercio y en parte préstamos. Pero por sobre todas las cosas contamos con la ayuda de colegas y proveedores.

¿Cómo se viene desarrollando la estrategia comercial de la empresa?

- Tratamos de que nuestro producto esté presente en la mayor cantidad posible de puntos de venta. Buscamos estar en kioscos, estaciones de servicio, almacenes, supermercados, cafeterías y heladerías. Otra apuesta fuerte es el posicionamiento en puntos turísticos, como la Costa Atlántica y en lugares de Cuyo, el norte y el sur. También es importante remarcar que contamos con plataformas tecnológicas para poder comercializar nuestros productos desde la web.

¿Cuales son los próximos pasos que planifica dar la empresa?

- A futuro tenemos pensado seguir expandiéndonos a nivel nacional. También tenemos propuestas para salir al exterior y seguimos avanzando en el desarrollo de nuevos productos.