La decisión de levantar la medida de fuerza que se llevaba a cabo en las puertas de la sucursal Tartagal de la empresa Ribeiro, fue anunciada ayer a última hora por el Sindicato de Empleados de Comercio, luego de una reunión con un representante de la empresa y de varias reuniones entre los propios empleados, que habían pedido la intervención del presidente electo Alberto Fernández para que la empresa pagara los sueldos atrasados

 "Hemos llegado a un acuerdo" consistente en que se les pagará el 80% de los salarios hasta el lunes próximo, anunció el secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio, Domingo Ruiz, en declaraciones a Diario de Tartagal

Detalló que el acuerdo fue con el gerente regional de la empresas, Agustín Furio, "que vino especialmente a tratar de arreglar la situación. Por suerte la arreglamos, con el consenso de todos los compañeros, después de debates y debates, y cuartos intermedio, hemos llegado a acordar $30 mil pesos hasta el lunes", ya sea que se pague hoy 10 mil, el sábado 8 mil y el lunes los otros 8 mil, o todo junto el lunes. Con esto se estaría llegando prácticamente a saldar la deuda que la firma tiene con cada trabajador. 

Ruiz reconoció que se había llegado a una situación "muy difícil" para ambas partes, porque, por un lado, "seguir en el paro era un desgaste muy costoso para ellos también", pero "si vos levantás el paro, ellos no mueven un dedo en pagarte nada, entonces se hace angustiosa la situación de los compañeros". Hoy se refrenderá el acuerdo ante el Ministerio de Trabajo

"Si ellos el lunes no cumplen, el martes volvemos al paro", advirtió Ruiz. Añadió que en este caso sería "más restringido, no dejaremos pasar a nadie, porque ya tenemos bastante incumplimientos de parte de la empresa". 

Pedido desesperado 

Ayer mismo más temprano se conoció el pedido de un trabajador de la sucursal Tartagal para que intercediera el presidente electo. “El pedido mío es desesperado porque la patronal no nos da una solución”, sostuvo Bernardo Parada, uno de los trece trabajadores de la sucursal tartagalense de Ribeiro, en el departamento San Martín, en el norte de Salta

Decidió turnarse con su compañera de trabajo, Teresa Santillán, para ocupar el puesto de “encadenado”, medida que inició el martes último. Desde esa posición grabó un video que se viralizó en la provincia y en el que solicitaba al presidente electo, Alberto Fernández, que intercediera ante la falta de pago de haberes en tiempo y forma.

En octubre los trabajadores cobraron solamente $4 mil. Se les adeuda además la tercera cuota del medio aguinaldo de 2019. Con esto suma cerca de $30 mil la deuda que mantiene la sucursal con cada uno de los trabajadores. Alberto Fernández “es el único que puede hablar con Manuel Ribeiro, que es el dueño de todas las sucursales del país”, dijo Parada. Todo en pos de poder cobrar sus sueldos completos y de una sola vez.

En dos meses se hicieron varias negociaciones en la Secretaría de Trabajo de Salta, con compromisos que se incumplieron en todo momento. La falta de pago en tiempo y forma se arrastra desde enero. La ausencia de respuesta llevó a los trabajadores a tomar una medida como la que se lleva a cabo en las puertas de la sucursal de Tartagal. 

El comercio continúa funcionando. Hay cinco empleados más que no adhieren a la protesta. Cuatro de ellos se encuentran fuera de convenio porque son encargados y no tienen sindicato que los avale para hacer las protestas. Pero corren la misma suerte que los demás trabajadores.

El incumplimiento de los aportes patronales le generó a Parada otro perjuicio pues no pudo cobrar el salario familiar. La obra social a cargo del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) también dejó de percibir los aportes. Sin embargo, aún contiene a los trabajadores en caso de precisar los servicios.

“Yo no soy un piquetero y no estoy acostumbrado a hacer esto. Pero no voy a negociar el plato de comida de mis hijos”, dijo Parada, quien tiene tres chicos de 18, 16 y 5 años. Hace diez años empezó en la empresa y “me puse la camiseta desde el primer momento”. 

Ahora entiende que con 38 años está “muy viejo” para buscar un nuevo empleo. “Yo quiero volver a trabajar. Pero que nos paguen”, dijo. Por el momento, contó que habló con el encargado regional de la cadena. “Me quedó grabado que me dijo que por más que le plante un árbol frente a la sucursal, la empresa no va a pagar el sueldo completo”.