Estudiantes se fue con mucha bronca tras el empate 1-1 ante Barracas que le impidió quedar como único líder del grupo. Por un lado, porque estuvo mucho más cerca de la victoria que su rival. Y, sobre todo, porque se sintió perjudicado: no le convalidaron dos goles por posición adelantada (una muy finita) y el tanto de Barracas pudo ser anulado por plancha, aunque el árbitro Nazareno Arasa decidió que la acción era válida.
Estudiantes fue más a lo largo de los 90 minutos y parecía que el tanto de Guido Carrillo en la primera mitad le allanaba el camino a la victoria. Pero el empate de Jhonatan Candia, con el reclamo de infracción previa de Bruera sobre Rodríguez, dejó el partido abierto hasta el final.
Y en ese momento, el Pincha llegó al gol dos veces, primero por intermedio de Palacios y luego por Cetré. En el segundo, el colombiano estaba adelantado y, a instancias del VAR, lo invalidaron. Pero en el primero, la posición de Carrillo en la misma línea que el defensor de Barracas antes del gol despertó la polémica en La Plata.




