“Cumplo otro tipo de deseos pero esos no son gratis”, le sugiere Patricia (Jazmín Stuart) a Carlos (Nicolás Cabré), tras un apasionado y extraño encuentro sexual. “¿Qué tengo que entregar? ¿El alma al diablo?”, le pregunta él. “No, tenés que devolverme el favor cuando yo te lo pida”, le explica ella. “No suena tan mal”, le sigue el juego Carlos. “¿Tenés algo en mente?”, le pregunta esa desconocida mujer que se le apareció esa noche de la nada. “No verlo nunca más a mi jefe. Eso me gustaría. Quiero que desaparezca, que no me trate más como si fuese su puta”, le responde él, haciendo catarsis. “Yo puedo ayudarte a sacarte ese problema de encima. Soy un hada. ¿Tenemos un trato?”, lo interroga. “Hacé tu magia”, la habilita, sin pensarlo demasiado. Al día siguiente, Carlos no va a creer lo que ve al llegar a su trabajo: su jefe fue asesinado. Ese es el disparador de Tu parte del trato, la ficción que esta semana se estrenó por partida triple: los martes a las 23 por TNT, los miércoles a las 22.45 por El Trece y de manera completa en Cablevisión Flow.

Thriller psicológico que le hace honor al género, rompecabezas que juega con el misterio como motor de la trama, Tu parte del trato debutó con un capítulo inicial que no deja nada librado al azar. Producida por Pol-Ka, la miniserie de ocho episodios supo generar la intriga necesaria para atrapar al público que disfruta de historias que asumen un in crescendo permanente en tensión y revelaciones, con final inesperado. Al menos esa es la promesa que dejó el muy buen debut de Tu parte del trato, en el que la intriga policial se combinó con el tormento psicológico del que es objeto Carlos. Un thriller con altas dosis encendidas de erotismo y suspenso. El debut tuvo un promedio de 8,3 puntos de rating en la pantalla de El Trece.

"En este negocio es más importante parecer que ser", le dice su jefe Marcelo (Fabián Arenillas) a Carlos (Cabré), cuando en el baño de la oficina le cuestiona haber decidió promover a un compañero suyo al cargo de subgerente de inversiones y no a él, que está mucho más capacitado. "Mirate al espejo, te parecés a un repartidor de pizza. Vos crees que voy a dejar a mis clientes, con trajes de 10 mil dólares, con un tipo como vos, un ermitaño que no sabe respetar ni una puta orden", le explica, mientras se sube la bragueta con el mismo desprecio con el que habla. "Leonardo sabe respetar la jerarquía, sabe cuándo tiene que callarse la boca y cuándo tiene que abrirla", cierra la conversación, ante la impotencia de Carlos. Esa fue la última charla que tuvieron Carlos y Marcelo en aquella fatídica noche, en la que un rato después el gerente aparecería asesinado con saña: una colilla de cigarrillo apagada en un ojo y una larga serpentina introducida en su boca decoran el cuerpo. “Feliz navidad” y “Cerdo” pintadas con su propia sangre en las paredes completaron el macabro cuadro.

La muy buena trama escrita por Guillermo Amoedo y Amaya Muruzábal en el debut no culmina con el interrogante de si efectivamente fue Patricia la que mató al jefe de Carlos, cumpliendo con ese trato acordado entre gallos y medianoche. La ficción de Pol-Ka no se limita a conocer quién es el culpable del crimen, en lo que sería un serie policial más de las tantas que existen en la abultada oferta audiovisual actual.

En una vuelta de tuerca que le imprime una mayor densidad a la trama, volcándola hacia el costado psicológico más que al policial, Tu parte del trato aplicó en el primer episodio un salto temporal que sienta las bases de lo que viene. Tres años después de aquel asesinato, cuando la Justicia aparentemente había cerrado el caso y Carlos ya ocupaba el anhelado puesto de gerente de Capital Inversores, la mujer que no había dejado rastro alguno se le aparece en su departamento en Puerto Madero. El interrogante sobre si realmente ella fue la asesina queda en evidencia cuando Patricia vuelve con una y clara exigencia: que ahora es el turno de Carlos de cumplir el trato suscrito en aquella noche de sexo, alcohol y drogas. ¿Su deseo? Que le “arruine la vida” a María (Eleonora Wexler), bajo el chantaje de que tiene el teléfono de su ex jefe que en un video le pide clemencia la noche de su asesinato.

Quién es realmente esa misteriosa mujer y qué quiere serán las preguntas que a partir de ese momento buscará encontrarle respuesta Carlos, que por otra parte debe seducir y “arruinarle” la vida a una mujer bajo amenaza de ser denunciado por un asesinato que no cometió pero cuyas pruebas le plantaron. ¿Hay una venganza detrás que saldrá a la luz o simplemente el juego perverso de una mujer desquiciada?

De factura impecable, corriéndose definitivamente de cualquier atisbo de costumbrismo, Tu parte del trato presentó el inicio de una trama que pareciera no dar puntada sin hilo en la idea de generar intriga. Bajo la dirección de Jorge Nisco, la ficción descansa en la precisión del guión, donde la trama es absoluta protagonista. La interpretación de Cabré del atribulado Carlos resulta ajustada, en un debut que mostró un amplio arco dramático, pasando del introvertido y distanciado hacker junior al gerente exitoso al que tres años después el pasado se le viene encima. Sin embargo, fue la composición de Jazmín Stuart como la misteriosa y seductora Patricia la que impulsó con encanto una historia que parece tener con qué entretener al ávido público que busca esquivar la realidad a través de la ficción.