“Cuando me presento, lo hago como cantautor argentino- venezolano porque son mis dos culturas principales”, explica Octavio Suñé, quien este sábado, a las 21 horas, en Congo Club Cultural (Honduras 5239), usará como excusa la presentación del video de su nuevo single, “Los años asexuados”, para reencontrarse con los escenarios porteños. Luego de llevar adelante una noble trayectoria musical que se repartió entre Venezuela y España, el artista, quien se instaló de vuelta en la Argentina en 2017, se decidió finalmente a probar suerte en la tierra de sus padres. “Mi padre fue el que me acercó a Charly y Spinetta, al igual que a Facundo Cabral y Joan Manuel Serrat. Si bien la figura del cantautor de rock acá es muy normal, en Venezuela es rara porque prevalece más el concepto de banda. La época más popular para los cantautores allá sucedió en los ochenta, gracias a músicos como Franco de Vida, Ilan Chester y Yordano, que además eran más pop”.

A tres años de la aparición de su último álbum, T.O.D.O., Suñé volvió a poner en circulación en las plataformas musicales, en agosto pasado, material musical de reciente cosecha. “Como hacía bastante tiempo que no componía temas nuevos, ‘Los años asexuados’ es el primer single de la nueva época”, explica el artista de 46 años, que espera lanzar su próximo single entre fines de este año y comienzos del próximo. “Más que por formatos, voy a empezar a clasificar lo que hago por épocas, que pueden durar dos o tres años. Me gustaría pensar en la música como lo hacían los pintores y escultores”. “Los años asexuados” alude a la manera de entender el sexo en la actualidad, a partir de la perspectiva adolescente. “Pensar el sexo como masculino o femenino, ya no existe más. Simplemente, es una persona. No entiendo por qué aún sigue parecido algo utópico. Debido a que el género no importa, eso convierte al sexo en algo más libre y derrumba otros problemas como la deuda moral”.

Algo similar a la sexualidad pareciera suceder en esta época con los géneros musicales, por más que a la propuesta de Suñé se le haya clasificado dentro del pop rock. “Si tuviera que definir lo que hago, no lo haría dentro de esa etiqueta”, se queja el otrora frontman de La Nave, una de las bandas referenciales del rock venezolano manufacturado en los años noventa del siglo pasado. “Me siento más como un artista de rock y folk espacial, por el tema de la psicodelia, que siempre me captó”. Apoyado por un combinado de músicos en su mayoría argentinos, en contraste con su antigua formación local, el cantante y guitarrista, cuya discografía solista la componen se encuentra conformada por dos álbumes de estudio, ha conseguido reinventar en su estadía en la Argentina su repertorio grupal y unipersonal. “Un tema como ‘Girasol’, que es el clásico de La Nave, si bien estoy embolado de tocarlo, lo sigo haciendo porque a los chicos de la banda nueva les gusta. Hay una renacer. Es raro porque no sé definir eso”.

Al momento de describir el proceso que transitó para introducir su música ante una audiencia nueva, Suñé señala: “Es distinto venir a tocar que instalarte. La conexión con Argentina es profunda desde que soy chico, y más habiendo nacido acá. Aunque nos mudamos a Venezuela, nunca perdí el contacto. No me resulta extraño, me siento bastante cómodo. Y con los artistas que empecé a relacionarme, todo ha estado súper bien. Es un montón de laburo el que hay que hacer”. Sin embargo, aún sigue buscando su lugar en la escena. “Es extraño el lugar en el que estoy. No pienso mucho en eso, sino en seguir creando. No tengo prisa porque pasen las cosas. También por la edad, uno está más tranquilo. Me tomo las cosas con más calma, hago música cuando tengo algo para sacar. Con menos presión. Es más difícil porque en el mercado hay más propuestas, y una industria musical que funciona mejor para el estilo que hago, en comparación con Venezuela”.