El Frente de Todos denunció ante la Justicia y la Cámara electoral nuevas “irregularidades” en los comicios que consagraron a Alberto Fernández como presidente de la Nación. Si bien se detectaron “adulteración de padrones” y autoridades de mesa no designadas en el conurbano bonaerense, esta vez el manto de sospechas se extendió hasta el voto de argentinos en el extranjero. Falta de constatación de identidades, rechazo de fiscales de la oposición y padrones sin número de DNI son “hechos sugestivos” que habrían incidido en que la cantidad de electores se cuadruplicara respecto de otros años.

La denuncia fue presentada por el apoderado de la principal fuerza política opositora Jorge Landau sobre la base de testimonios que recibió de argentinos que viven en distintos países y que ponen en tela de juicio la labor del Servicio Exterior dependiente del canciller Jorge Faurie.

Hay dos posibilidades de votar en el extranjero: por correspondencia y de manera presencial. Para votar por correo, el ciudadano primero debe inscribirse en el padrón en un padrón que lo registre como tal. Sin embargo, “la constatación de identidad resultó muy compleja” y esa declaración jurada quedó sin cotejar en muchos casos.

Al ser advertida de esto, la Cancillería informó que si no había “elementos adversos sobre la identidad declarada, debía presumirse la validez de la identidad”. Es decir que eliminó la necesidad de elementos probatorios sobre la identidad de quien fuera a votar.

Esto “es de extrema gravedad”, calificó la denuncia a la que tuvo acceso Página/12 y que también detalla “irregularidades” en el voto presencial: en los padrones usados en las sedes consulares “no se constataba el ejemplar del DNI”. O sea que en las largas filas en embajadas que la TV mostró el domingo 27 de octubre a la mañana hubo personas que pudieron votar sin la correcta verificación de identidad.

Es más en varias sedes, como por ejemplo en la de Miami, se permitió continuar votando una vez culminado el tope horario de los comicios. En otros lugares, como en París, las autoridades de mesa no hacían firmar el padrón a los votantes”, prosigue el texto de la denuncia.

A través de un audio al que tuvo acceso este diario, una argentina que vive en la capital francesa y que había sido confirmada como autoridad de mesa denunció que el mismo día de las elecciones fue sorpresivamente rechazada como tal. “Las seis autoridades de mesa que habían sido elegidas, nadie sabe con qué criterio, (en las PASO) habían sido fiscales de Cambiemos”, afirmó. “Manifesté mi desacuerdo e incomprensión por esta situación, que es poco claro y no tiene nada de democrático ni transparente”, agregó pero todo siguió igual.

"Hubo una bajada de línea"

“Nunca habíamos tenido problemas con el voto en el extranjero”, aseveró Landau, quien sostuvo que todo lo ocurrido es producto de “una actitud del Servicio Exterior, porque los embajadores y cónsules, dependientes del Ministerio de Relaciones Exteriores, son los responsables” de velar por la custodia de los comicios en sus sedes.

En diálogo con Página/12, el apoderado del Frente de Todos indicó que estos hechos sugieren que “hubo una decisión centralizada del Poder Ejecutivo en favorecer este accionar” y responsabilizó al Servicio Exterior “no haber tenido una conducta imparcial” al respecto y velar por los 360 mil argentinos empadronados en todo el mundo.

La campaña de votos en el extranjero impulsada por Casa de Gobierno le dio un resultado favorable al oficialismo. Mientras “en las elecciones de 2015 y 2017 hubo un promedio de 14 mil votantes, en las de 2019 hubo 60 mil”, precisó Landau. El resultado es sugerente: Juntos por el Cambio obtuvo el 75 por ciento de los votos mientras que el Frente de Todos rondó el 17.

“Uno ve los números y nota algo raro, de sentido común. Pero a todo esto lo debe aclarar la Justicia Electoral”, puntualizó. No obstante, todo esto “demuestra la real intencionalidad que tuvo la modificación del régimen legal de voto argentino en el exterior, a través de un decreto del Poder Ejecutivo” sin control del Congreso, planteó la denuncia.

Para Landau, “hubo una bajada de línea” del Gobierno hacia los funcionarios diplomáticos. “Inclusive hubo un equipo destinado a ello”, dijo y adelantó que en los próximos días tendrá más precisiones del caso.

“La elección ya pasó y no quiero variar el resultado. Hasta es mejor que los votantes hayan aumentado, porque se trata de una cuestión de derecho y de garantías constitucionales. Lo que quiero es que las instituciones funcionen mejor, porque habrán más y más elecciones”, aclaró.

Las denuncias de irregularidades en suelo argentino

Lo ocurrido en durante los comicios en el extranjero no son las únicas “irregularidades” denunciadas por el Frente de Todos.  También se detectó “padrones adulterados” en el conurbano bonaerense. “La maniobra fue poner una letra A adelante del número de DNI que hacía presumir que el votante había obtenido un nuevo documento, pero al ir con el que ya tenía se lo sospechaba de intentar fraude”, indicó Landau.

Este "método expulsivo" hizo que varios votantes no ejercieran su derecho o que su voto figurara como “recurrido”. Se constaron alrededor de 150 casos. “Lo más llamativo es que la gran mayoría fue en Malvinas Argentinas, La Matanza y José C. Paz, municipios eminentemente peronistas. No en San Isidro o Vicente López”, remarcó Landau.

Esta denuncia por “adulteración de padrones” involucra también al Registro Nacional de las Personas, dependiente del Ministerio del Interior, por ser el encargado de notificar las novedades sobre la documentación de los ciudadanos.

Otro planteo hecho al Juzgado Federal Electoral a cargo de María Romilda Servini fue por la falta de envío de telegramas a presidentes de mesa designados por la Justicia Electoral. Esos lugares fueron cubiertos por otros ciudadanos y no hay posibilidad de que esto modifique los resultados. “Pero lo que le pedimos a la jueza es que se crucen las designaciones con las aceptaciones de los presidentes, para saber por qué ocurrió esto”, afirmó el apoderado.

Hay objeciones presentadas contra el sistema electoral que datan desde diciembre del año pasado. Varias de ellas sufrieron reveces de la Justicia Electoral y otras fueron aceptadas. Algunas de las más recordadas son la omisión en los padrones de votantes de entre 16 y 18 años, un sector etario al que el macrismo no lograba conquistar.

Otra fue la denuncia por la resolución del Ministerio de Seguridad, que intentó crear un “sistema de seguridad paralelo” por medio del cual se intentó que las policías provinciales custodiaran e informaran al Gobierno lo que ocurría adentro de los centros de votación, interfiriendo así en la labor que Comando Federal Electoral (Fuerzas Armadas y fuerzas de seguridad federales) tiene por ley.

A estas se le suman las ya conocidas denuncias contra el sistema de escrutinio provisorio a cargo de la empresa Smarmatic. Pero ahora que terminó esa etapa, “sobre lo que ahora hay que dar garantías es sobre el escrutinio definitivo”, concluyó Landau.