Con una mezcla perfecta entre la urgencia de la novedad y la calma de la reflexión, este lunes por la noche se llevó a cabo en el auditorio del Caras y Caretas una charla con la actriz Thelma Fardin exclusiva para lectores y lectoras de Página/12. Moderada por la periodista Mariana Carbajal, la entrevista coincidió con el pedido de captura internacional que la justicia nicaragüense dictó el fin de semana contra Juan Darthes, denunciado por Fardin por violación en diciembre del año pasado. En ese marco, las primeras preguntas giraron en torno a esa noticia y a su repercusión, a la que la actriz definió como “más grande que lo que en verdad significa en el marco del proceso”. Un rato más tarde, de todos modos, la charla recuperó el tono planeado e invitó a una reflexión íntima de la joven, que involucró también al público presente.


“Cuando hace tres semanas salió la acusación formal por el delito de violación agravada por parte de la justicia de Nicaragüa, con mis abogadas ya sabíamos que este era el panorama y que este era el paso que seguía. Que esté la Interpol de por medio hace que la noticia suene con más potencia, pero en verdad se ratifica algo que ya sabíamos”, abrió Fardin, a quien Carbajal presentó como “una de las voces fundamentales de este tiempo”. “Entiendo y agradezco el lugar en el que quedó mi caso por la exposición que supone, pero hay muchísimas mujeres que denuncian y el sistema garantiza la impunidad. Yo soy la excepción a la regla”, sostuvo la joven, en línea con lo que sostiene desde hace casi un año, cuando hizo pública su denuncia por primera vez.

Consultada sobre la posibilidad de que Darthes sea juzgado en Brasil como consecuencia de la falta de un acuerdo de extradición entre Nicaragüa y ese país --donde nació y se encuentra el acusado--, la actriz respondió que es una posibilidad, e incluso deslizó la chance de que ni siquiera se lo detenga allí. “Dependerá de la decisión política del estado brasileño y cómo quiera actuar en este caso”, contó, y dijo que para ella sería “terrible y agotador” tener que ir a litigar allí y tener que traducir todo lo que ya contó a otro idioma. “Entiendo cómo funciona el derecho penal de cada país, y también que se proteja el derecho de sus ciudadanos. Pero ese marco sirve para que los abogados de Darthes digan que él está sujeto a derecho y que no vaya a Nicaragüa a declarar”, sentenció.

Cuando hubo despejado dudas sobre la noticia reciente, y tras reafirmar sus intenciones de avanzar en la causa “sin especular”, la charla disparó hacia un lugar más de reflexión en el que la actriz contestó preguntas de la periodista de Página/12 pero también del público. Por ejemplo, sobre si tiene ganas de ver preso al actor, o sobre cómo cambió su vida a raíz de la conferencia que realizó junto al colectivo Actrices Argentinas para difundir su caso. Sobre lo primero respondió que “es difícil, porque en Nicaragüa no hay estado de derecho y sabiendo que hay tantas mujeres que van presas y una vez allí son violadas, es difícil legitimar a la cárcel como un espacio de justicia”. Sobre lo segundo, contó que su vida cambió “por completo” y que, pese a que sigue con su cotidianeidad y su amor por su trabajo, hoy la militancia feminista escaló en su vida a un lugar de igual proporción que el que tiene su profesión.

Además de las definiciones de Fardin, que remarcó en cuanta oportunidad pudo la importancia que tuvo y tienen para ella los feminismos y la lucha del movimiento de mujeres, lo más emotivo de la jornada fue el encuentro, en el público, de otras sobrevivientes de abuso, incluso del propio Darthes. Casi de incógnito durante toda la charla, al final intervino Natalia Juncos, otra de las actrices que había denunciado al actor, y que ayer celebró la resignificación que tuvo para su denuncia y la de otras colegas el caso de Fardin. También se presentó ante el auditorio una exmicrofonista de Patito Feo (la tira en la que participaron la denunciante y el acusado), que compartió su experiencia y recordó que fue “el peor programa” en el que participó, por el machismo que se vivía allí. Por último, entre otros testimonios de mucho valor surgió el de Victoria, una de las hermanas Acevedo, quienes denunciaron abuso por parte de quien era en su momento pareja de su madre, y que sentaron precedente judicial en lo que refiere al debate de la prescripción de los abusos. La propia Thelma había hecho mención a ese caso en la charla, sin saber que una de las protagonistas estaba allí presente.

Antes de terminar, a la actriz le preguntaron cómo se ve en el futuro y qué camino de trabajo quiere seguir. Habló de seguir actuando, pero también de armar una ONG para “dar respuestas a todas esas mujeres que todavía no tienen contención”. “Lo mejor que tenemos es la red de apoyos. Y yo la quiero ayudar a construir”, sintetizó.