La Universidad de Cambridge aceptó una donación millonaria de Shell para financiar un equipo de investigación centrado en tecnología para extraer petróleo.

La petrolera anglo-holandesa donó seis millones de libras esterlinas a la universidad británica, en medio de una campaña de estudiantes y profesores para que se rompan vínculos con la empresa.

La donación es para financiar a un grupo de investigación de resonancia magnética, y se produce pocos meses después de que Cambridge planteara la posibilidad de evitar donaciones de las corporaciones de combustibles fósiles. En rigor, la donación de Shell se aprobó en marzo y la administración la define no como tal, sino como “inversión”.

De hecho, Sinead Lynch, presidente de Shell en el Reino Unido, fue invitada a un panel en Cambridge, lo cual es vinculado, por los críticos, con la llegada de los seis millones a las arcas de la universidad.

Un vocero del grupo Cambridge Zero Carbon afirmó que la universidad había sido "secuestrada" por la industria de los combustibles fósiles, beneficiada ya por los cientos de millones que generaron los avances de la investigación de Cambridge.

"Los ejecutivos de combustibles fósiles deberían comparecer ante los tribunales por sus crímenes contra la humanidad, y no ayudar a determinar la política de las principales instituciones públicas de investigación", afirmó el portavoz. Los últimos fondos de Shell fueron descritos por la universidad como "el regalo final en un compromiso que data de 2014" para financiar el grupo de investigación de resonancia magnética.

Un vocero de la universidad señaló que “el enfoque principal de la investigación propuesta por la profesora Lynn Gladden relacionada con el obsequio, es apoyar la transición hacia una economía sin carbono al mejorar las reacciones químicas en las celdas de combustible, electrolizadores y hacer que los procesos químicos para uso industrial sean más sostenibles".

En su página dentro de la web de Cambridge, la profesora Gladden destaca la “recuperación de petróleo” entre sus áreas de investigación. "La resonancia magnética se ha utilizado durante mucho tiempo en el sector de la perforación petrolera como un método para evaluar la composición del fluido dentro de las rocas que contienen petróleo”, afirma allí. Agrega: “Por ejemplo, podemos usarlo para explorar cómo se mueve y deposita el fluido de tratamiento dentro de la roca para que podamos optimizar sus propiedades y maximizar la recuperación de petróleo de la roca y la retención de agua dentro de la roca, durante un proceso de extracción”.

Hace dos años, y pese a las protestas, Cambridge rechazó la posibilidad de una desinversión total en combustibles fósiles. A comienzos de 2019 se supo que había propuestas de donaciones de British Petroleum y de la minera BHP. Las autoridades de la universidad negaron que ese dinero haya influido en la decisión de no desinvertir.

La administración de Cambridge se defiende bajo el argumento de que pidió a Shell un “conjunto de principios" para evaluar las futuras donaciones de compañías involucradas en la extracción de combustibles fósiles. Y que fue en base a ese núcleo que se invitó a hablar a Lynch.

"La universidad ha invitado, entre otros, a la sociedad estudiantil Cambridge Zero Carbon, Amigos de la Tierra, científicos del clima, Shell, miembros del consejo y miembros del comité de benefacciones y asuntos externos y legales de la universidad a la reunión", reafirmaron las autoridades.