En medio de una serie de problemas legales por filtraciones de identidad de sus usuarios, Facebook trabaja en el desarrollo de un sistema de verificación de identidad basado en "reconocimiento facial", que les pide a los usuarios una "prueba de vida" mediante un video selfie que promete no compartir con terceros, aseguró Jane Manchun Wong, experta en seguridad en aplicaciones virtuales. 

La empresa confirmó la existencia de este desarrollo pero aseguró que no usa tecnología de reconocimiento facial. La prueba de identidad reportada implica mirar a la cámara en distintas direcciones, tras ubicar la cara dentro de un círculo, según detalló --con fotos y videos-- a través de Twitter la desarrolladora Jane Manchun Wong, reconocida por revelar detalles sobre funciones ocultas y vulnerabilidades en aplicaciones populares.

Según Wong, esta funcionalidad "establece explícitamente que nadie más verá el video selfie y se eliminará 30 días después de la confirmación". "La razón por la que lo describí como 'reconocimiento facial' es la característica que reconoce mi cara como una cara", aclaró la especialista, y precisó: "No me refiero a la tecnología que asocia una cara con una identidad".

En este sentido, un vocero de la red social citado por el sitio especializado Endgaget confirmó la existencia de esta prueba, aunque subrayó que el sistema "no usa reconocimiento facial" sino que sólo detecta movimiento "para estar seguro de que eres un ser humano vivo y no un bot".

Si bien un sistema de identificación mediante imágenes faciales puede ser efectivo, la empresa californiana atraviesa un momento de fuerte escrutinio público y legal por sus prácticas de gestión de la privacidad y un paso en falso en este espacio puede aumentar la polémica.

En su cuenta de Twitter, Wong analizó: "Si Facebook no almacena / recuerda la cara 30 días después de la verificación de identidad, ¿eso significa que las personas pueden crear nuevas cuentas falsas y pasar la prueba de video selfie una vez al mes?". Y agregó: "¿Qué pasa si FB simplemente no verificó la identidad de nadie y permitió que ocurrieran campañas de fraude y desinformación?".

Mientras tanto, el fiscal general de California, el demócrata Xavier Becerra, acusó este miércoles públicamente a Facebook de no estar colaborando con la investigación del departamento que él dirige acerca de la gestión de la privacidad de los usuarios por parte de la compañía. Becerra calificó las respuestas enviadas hasta la fecha por parte de la empresa de "evidentemente inadecuadas" y anunció que ha pedido a la Justicia que obligue a Facebook a colaborar con la pesquisa dando respuesta de forma precisa a sus peticiones.

"Nuestro trabajo debe seguir adelante. Nos han dejado sin más opción que pedir una orden judicial para que Facebook dé cumplimiento de buena fe a nuestras peticiones de información", apuntó el fiscal general californiano en un comunicado.

La investigación se abrió en junio de 2018, sólo unos meses después de que se destapase el escándalo de la consultora británica Cambridge Analytica, que utilizó una aplicación para recopilar millones de datos de internautas de la plataforma sin su consentimiento y con fines políticos.

La empresa se sirvió de datos de Facebook para elaborar perfiles psicológicos de votantes que supuestamente vendieron a la campaña del ahora presidente de Estados Unidos Donald Trump durante las elecciones de 2016, entre otros.

La pesquisa de Becerra se centra en este escándalo, y gran parte de los documentos e información que ha pedido a Facebook (comunicaciones entre ejecutivos, cambios llevados a cabo en la configuración de privacidad, etc.) y por los que no ha recibido respuesta corresponden al caso de Cambridge Analytica.

En paralelo, este miércoles salieron a la luz 7.000 páginas de documentos que Facebook entregó a la Justicia por otras investigaciones, y en los que se revela, entre otras cosas, que en el pasado la compañía utilizó los datos de los usuarios como arma de negociación con terceras partes, beneficiando a sus aliados y perjudicando a sus rivales.

Así, entre 2011 y 2015, la compañía que dirige Mark Zuckerberg habría facilitado el acceso a datos de los usuarios a aquellas aplicaciones y desarrolladores con los que mantenía una buena relación, y se lo habría negado a aquellos a quienes veía como competidores o rivales.

Algunos de los casos más evidentes fueron dar acceso especial a Amazon a los datos como compensación por la compra de espacios publicitarios en la red social, a la vez que este fue eliminado a la plataforma de mensajería online MessageMe al considerar que su ritmo de crecimiento le estaba convirtiendo en un rival para Facebook.

Los documentos, publicados por la cadena estadounidense NBC, también revelaron que los ejecutivos de la compañía planeaban presentar estas decisiones ante el público como esfuerzos encaminados a "proteger la privacidad de los usuarios".

Estas revelaciones podrían perjudicar a Facebook en los varios frentes que mantiene abiertos por presuntas prácticas monopólicas, con sendas investigaciones abiertas por parte de la Comisión Federal del Comercio, los fiscales generales de 47 estados y territorios de Estados Unidos y el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.