Foto: Pablo Mehanna

Un galpón skater en San Telmo

No esperás encontrar todo eso detrás de ese portón en el casco histórico de San Telmo. Y “todo eso” es realmente muchas cosas: un enorme galpón de 800 metros cuadrados con mesas de metegol y ping pong, un skatepark en el fondo y una galería de arte urbano, todo alrededor de una barra gigante con 22 canillas de cerveza.

El lugar es el Berlina Bunker, que nació originalmente como depósito de esta cervecería creada en 2004 por los hermanos Ferrari en Colonia Suiza, Bariloche, pero donde hace casi dos años decidieron pinchar la cámara de frío, empezar a tirar cerveza y convertirlo en bar. Un bar que tiene mucho de centro cultural: festejos como la Bunker Fest, ferias de discos o fanzines, clases de roller y skate, muestras de arte, proyección de películas, videojuegos en pantalla gigante, DJs y más actividades.

¿Qué se bebe en Berlina? La IPA ($120) es la más pedida: rojita, con maltas caramelizadas que muestran sus notas amargas y aromáticas en los primeros sorbos. También la Golden, mucho más ligera y fácil de beber. Y variedades que van rotando: la estrella de los últimos meses es la Capuccino Stout, nitrogenada, con espuma bien cremosa y un sabor muy equilibrado, en el que se cruzan vainilla y café colombiano. Un dato: envasan en el momento cualquiera de las cervezas que están pinchadas ($150 cada lata; cuatro por $500) y te las podés llevar a casa.
Para picar y compartir entre amigos, el hit son las Papas Berlina: una porción gigante de papas cuña con queso provolone, salsa alioli, verdeo, panceta crocante y huevo doble yema a la plancha ($265). Y para los que quieren escapar a los clásicos cerveceros, los ravioles fritos con sal de pimentón y salsita de tomates picante ($190) van muy bien. Hay además hamburguesas, pero la recomendación es el enorme pancho con salchicha alemana marinada en cerveza negra, cebollas caramelizadas, queso fundido y mostaza con miel en pan brioche (con papas doradas, $240).

Música, arte, skates y una buena birra en mano. ¿Qué más pedir?

Berlina Bunker queda en Estados Unidos 352. Horario de atención: martes a viernes de 17 a 24; sábados de 17 a 3; domingos de 16 a 24.

Foto: Pablo Mehanna

Larga vida al vinilo

¿Cómo hacer para mejorar aún más el tiempo que dedicamos a revisar bandejas de vinilos en una disquería? Bruno Weinstein se pasó años haciéndose esa pregunta, mientras miraba lo que sucedía en la disquería de su padre en el mercado de San Telmo. Y en un viaje por Europa encontró la respuesta: así fue como decidió armar -junto a dos socios- Velazco Disquería & Bar.

El local es una disquería, sí, con vinilos clásicos y también muchas producciones originales de bandas actuales, tanto del país como de la región. Y es también un bar, con una propuesta gastronómica diseñada ad hoc. “No podíamos vender papas con cheddar o hamburguesas, la gente iba a estropear todo. Necesitábamos algo que no les llenara las manos de grasa”, explica Bruno. También el diseño está armado a medida: delante de cada batea hay un estante donde apoyar los vasos mientras se miran los discos, y disminuir así el riesgo de volcaduras.

La cerveza sale en pintas ($130), copitas ($70) y botellitas ($150 y $190, 330cm3 y 500 cm3, respectivamente). La Orion Red IPA y The Cat Golden son las favoritas. La primera es super tomable a pesar del amargor y el alcohol que caracteriza al estilo; la segunda es una rubia amable, ideal para días de calor. Todas las birras se sirven a una temperatura de entre 0 y 5 C°, algo que los consumidores locales agradecen.

La cocina prioriza los sabores familiares. Como los knishes de papa ($60), tan de Villa Crespo, que en este caso prepara Elena, abuela de Guido, otro de los socios. O la tortilla de papa de Ovidio, que está al frente de la panadería del barrio desde hace más de 20 años ($ 160). O las pizzetas de muzzarella o fugazzeta de la hermana de Bruno ($150). O las bombas de papa que hace Fede, uno de los chicos que trabaja en el local ($200 la porción de 6). También hay cazuelas, empanadas y pinchos varios. Para chuparse los dedos (y enjuagarse bien las manos antes de pasar a los discos).

Velazco Disquería & Bar queda en Juan Ramírez de Velasco 492. Jorario de atención: martes a sábados de 18 al cierre. Miércoles y sábados hay música en vivo.

Foto: Pablo Mehanna

Entre motores

La impronta fierrera está presente en cada rincón de Brauhaus Vier. Es que originalmente esta cervecería era un taller mecánico: la decisión fue aprovechar esta historia, conservando la fosa y completando la decoración con motos, chasis y partes de autos, detalles de marcas emblemáticas, viejos surtidores y todo tipo de herramientas, además de viejos neumáticos transformados en piletas de lavatorio en los baños.
La premisa para las 20 canillas es la variedad. “El único estilo repetido es la IPA, que se pide mucho. Tenemos una American IPA, una Belgian IPA, Red IPA y la Neipa”, detalla José, uno de los socios. Para probar algo bien diferente, está la BracaPorter: una porter con frambuesa que la gente de Oberland fabrica especialmente para ellos. Es un homenaje al Pipi Bracamonte, cliente asiduo de la casa. Y, como corresponde, está en la canilla 19, el número que el ex jugador de Boca llevaba en la espalda.

La comida se prepara en el foodtruck que tienen instalado en el patio, y ahí también hay una búsqueda que apunta a hacer un recorrido diferente al de las cervecerías tradicionales. Lo más característico son los montaditos, esos mini sándwiches en pan tipo baguetín crocante y esponjoso (cuatro por $320) de herencia española. Hay 30 rellenos diferentes para elegir, con clásicos como el vacío desmechado con salsa criolla o la bondiola a la cerveza negra y papa alemana. Y algunas combinaciones más jugadas que aportan sabores y texturas diferentes, como la de morcilla, pera y queso azul; o la de kibbeh libanés (con ternera y trigo burgol). También hay de hummus y tabule o babaganush, peperonata y provolone.

Para las hamburguesas trabajan un blend que tiene 30% bife de chorizo, 10% tapa de asado y el resto de roast beef. Salen dobles y en panes de colores (Flat White, Black Bird o Fuego; las tres a $300). Y suman más aromas americanos con las Ribs BBQ, que llevan 12 horas de cocción, barbacoa casera, papas y ensalada Caesar ($500 para uno, $900 para compartir).

Entre tana cervecería fotocopiada, Brauhaus tiene sin duda algo propio para mostrar.

Brauhaus Vier queda en Beauchef 756. Horario de atención: martes a domingos, de 18 al cierre. Happy Hour todos los días de 18 a 21.