Una foto recorrió el mundo el 7 de abril de 2018. Lula Da Silva en alza en medio de una multitud. Miles de brazos lo rodeaban en la sede del sindicato metalúrgico, desde lejos y desde cerca, para hacerle llegar su amor antes de que fuera trasladado al penal de Curitiba. Allí transcurrió 580 días preso por una causa sin condena firme, por orden del exjuez Sergio Moro, ahora ministro de Justicia del ultraderechista Jair Bolsonaro.

Hoy, 9 de noviembre de 2019 la postal es la misma pero el momento es muy distinto. El fotógrafo oficial de Lula, Ricardo Stuckert, inmortalizó a Lula rodeado por una multitud de personas, pero esta vez no lo están despidiendo, están celebrando su libertad. La Justicia brasileña autorizó este viernes la liberación del exmandatario, después que la Corte Suprema decidiera el jueves que nadie puede ser encarcelado mientras tenga recursos legales disponibles.