0 River:

Armani; Montiel; Martínez Quarta; Pinola; Casco; Enzo Pérez; Ignacio Fernández; Palacios; De La Cruz; Borré; Suárez.

DT: Marcelo Gallardo.

1 Central:

Ledesma; Molina; Novaretti; Barbieri; Britez; Rius; Ojeda; Rinaudo; Gil; Gamba; Riaño

DT: Diego Cocca.

Gol: ST 1m Gamba (C).

Cambios: ST 13m Quintero por De La Cruz (R), 22m Ribas por Riaño (C), Scocco por Suárez (R) y Pratto por Borré (R), 27m Colazo por Gil (C), 34m Pereyra por Gamba (C).

Arbitro: Fernando Echenique.

Cancha: River.

Julio Mancini
Central jugó de igual a igual y supo aguantar.

Enorme e inolvidable triunfo se regaló Central en el Monumental. El Canaya le ganó a River con gol de Gamba y sepultó las intenciones del Millonario de llegar a la punta de la Superliga. Gran planteo de Cocca, que le cortó todos los caminos de ataque al local.

River arrancó como una tromba. El finalista de la Libertadores desplegó todo su repertorio y Central lo sufrió en demasía. El elenco de Gallardo metió su característica presión alta, los volantes se acoplaron a los delanteros con soltura y los defensores se paraban en mitad de cancha. El Canaya bancaba la parada y Ledesma emergía para contener el cero. Pero ese tono duró hasta el primer cuarto de hora.

Luego, los de Cocca se plantaron más firmes y salieron de la cueva. Con despliegue y mucho esfuerzo, Central le empardó el medio a River. Lo peleó y, con limitaciones, avanzó en el campo. Entre los volantes y los defensores, Central le jugaba de par a par al mejor equipo del fútbol argentino. No era poco, nada despreciable.

El asedio volvió sobre el final del primer tiempo. River se impuso nuevamente y mostró su libreto. Lo tuvieron Suárez y De La Cruz. Central no podía relajarse, River no perdona un minuto. Pero el Canaya lo contrarrestó y hasta tuvo sus aproximaciones. Riaño disparó sin fuerza un mano a mano con Armani. Central fue ordenado, sólido y superó la presión y ahogo del local.

Todo lo bueno que hizo Central fue rubricado en el amanecer del epílogo. Gamba aprovechó a fondo una desatención del fondo millonario y definió de derecha al primer palo de Armani. Premio para el tesón, la lucha y, sobre todo, la atención necesaria para no cometer errores ante un rival de este tenor. River se desdibujó, se puso nervioso y pretendió atropellar a los de Cocca. Pero Central nunca perdió el orden, plantó el partido de atrás hacia delante y tuvo, para ello, a Barbieri como cacique. El ex Racing jugó un partido imperial, cortó todo, por arriba y abajo, fue el máximo sostén de la ventaja.

 

En los últimos quince, Central contuvo la victoria con los once jugadores dentro de su campo. River iba e iba, pero sin claridad, atontado por la enredadera que propuso el Canaya. Mérito para el entrenador auriazul, que estuvo a punto de renunciar y ayer le ganó el duelo táctico al multicampeón Gallardo. El DT canaya convenció a sus jugadores, que respetaron a rajatabla el planteo y le sacaron el jugo a la distracción del local. Central se trae a Rosario un enorme resultado, le impidió a River llegar a la punta y recupera una calma que hace rato había perdido.