En un verdadero clásico contemporáneo, el Liverpool del alemán Jürgen Klopp le ganó por 3-1 al Manchester City del español Josep Guardiola y estiró aún más la ventaja sobre sus perseguidores en la Premier League. El club beatle se ubica en la cima con 34 puntos, seguido recién por Leicester City y Chelsea, con 26, y el City, con 25.

Gracias a los festejos tempraneros del brasileño Fabinho (a los 6) y del egipcio Mohamed Salah (a los 13), Liverpool pareció tener definida la historia ya desde los primeros minutos. Como si fuera poco, al inicio del complemento, el senegalés Sadio Mané (a los 51), puso el tercero y ya era baile.

Finalmente, a los 78, el portugués Bernardo Silva puso el gol del honor para los de Manchester, aunque no fue suficiente para calmar a Guardiola, quien tuvo una jornada de furia contra los árbitros. Primero, cuando salió disparado a reclamarle al cuarto árbitro una mano en el área de Liverpool y, luego, tras el final, cuando fue a felicitar irónicamente al juez principal.