Gustavo Alfaro se fastidió este miércoles durante el entrenamiento de Boca por el escaso poder de definición de sus jugadores, una de las principales falencias del equipo esta temporada (23 goles en 20 partidos). "Dale, que así vamos a jugar hasta las cinco de la tarde", gritó el DT ante los medios presentes en la práctica y los poco más de 200 socios que también estuvieron en Casa Amarilla.

De hecho, Alfaro protestó cuando el delantero Wanchope Abila (tres tantos en once encuentros) repitió sus yerros a la hora de enfrentarse a los arqueros Esteban Andrada y Marcos Díaz, al igual que cuando le tocó a Franco Soldano (un festejo en ocho presentaciones).

Sin embargo, el humor del entrenador cambió con el correr de los minutos, en especial después de un gran gol de Emanuel Reynoso, quien despertó los aplausos del cuerpo técnico y de algunos compañeros. El zurdazo del ex Talleres de Córdoba dio por terminada una práctica que despertó enojo y refrendó la preocupación de Alfaro. Reynoso recibió la pelota tras una habilitación de Abila y ante la marca del volante italiano Daniele De Rossi, amagó y remató de zurda bajo la atenta mirada de Andrada.

El plantel entrenó dividido en dos grupos, que trabajaron aspectos de ataque y defensa.  Por otro lado, el delantero Carlos Tevez y los mediocampistas Agustín Almendra e Iván Marcone se entrenaron de manera diferenciada por diversas molestias físicas.

Boca, uno de los punteros del campeonato, con 25 unidades al igual que Lanús y Argentinos Juniors, recibirá el domingo 24 a Unión en la Bombonera, desde las 17.10, por la fecha 14.