La autoproclamada presidenta de Bolivia Jeanine Áñez dejó abierta la posibilidad de proscribir al Movimiento Al Socialismo en las elecciones que su "gobierno de transición" dice que convocará, aún sin fecha. El argumento de Áñez fue insistir en que existió fraude electoral en las elecciones del 20 de octubre pasado, acusación que no está documentada en el informe de los veedores de la OEA y que, recientemente, desmintió el prestigioso centro de investigación CEPR

En su primer día de gobierno, rodeada por la cúpula de las Fuerzas Armadas , Áñez señaló desde el Palacio Quemado que su mandato tendría dos objetivos: convocar a nuevas elecciones y derogar el fallo que habilitó a Evo Morales a postularse para un nuevo mandato. Sin embargo, esta mañana advirtió que posiblemente el MAS sería proscripto. 

"Tiene que llevarla adelante (la proscripción) el Tribunal Electoral que vaya a ser conformado. Van a tener que dar un fallo con relación a un partido político que ha cometido un fraude electoral", sentenció Áñez. 

Sin embargo, la afirmación de la presidenta autoproclamada no se condice con el informe de la OEA , que señaló "irregularidades" pero nunca denunció que hubiera habido fraude. El informe, en ningún momento, menciona la palabra fraude e inclusive al realizar proyecciones sobre los resultados del conteo provisorio, no sobre el definitivo y único válido, reconocía que "resulta posible que el candidato Morales haya quedado en primer lugar y el candidato Mesa en segundo". 

Con el respaldo de Almagro 

A pesar del informe de la OEA, su secretario general, Luis Almagro, sí habló "fraude" electoral en su intervención durante la asamblea extraordinaria del cuerpo, realizada en Washington el martes pasado. En esa misma oportunidad, Almagro consideró que había sido Evo Morales quien había dado un "golpe de Estado en las elecciones del 20 de octubre", a pesar de que el presidente depuesto, antes de renunciar, había convocado a nuevas elecciones y había anunciado la conformación de un nuevo Tribunal Electoral, tal como solicitaban las conclusiones del informe de la OEA. 

"Golpe de Estado nos dieron a nosotros el 20 de octubre cuando no querían respetar, por segunda vez, la decisión del pueblo boliviano. Cuando lo querían hacer, a pesar de una auditoría buscada por el propio presidente Morales, en la que nosotros no creíamos, estamos respetando lo que quieren los bolivianos", señaló Áñez esta mañana respaldando el discurso del secretario general de la OEA. 

Uno de los dos objetivos mencionados por Áñez, derogar la habilitación de Morales a una nueva reelección, no parece tener mayor sentido, ya que el propio presidente depuesto desde su asilo político en México anticipó que no tenía intención de presentarse nuevamente, tras su renuncia. "Digo que no haya segunda vuelta sino elecciones y sin Evo candidato, con nuevos miembros del tribunal electoral", dijo Evo en una entrevista a El País. 

En relación al llamado a elecciones —que Áñez sigue sin convocar—, la presidenta autoproclamada adelantó la posibilidad de proscribir al MAS, ad referéndum del nuevo  Tribunal Electoral. 

En medio de este impasse, Almagro, un día después de la reunión de Washington, a pesar de que sigue refiriéndose a la administración de Evo Morales como a una dictadura, exhortó a cumplir los principios de la Carta Democrática Interamericana, entre ellos, "el régimen plural de partidos de partidos y organizaciones políticas", que prohibiría excluir al MAS en el caso de Bolivia.