La base ya está y la Selección de Lionel Scaloni ya se sabe cuál es. Arrancarán las Eliminatorias en marzo venidero casi los mismos que fueron citados para las dos últimas ventanas de amistosos. Con el agregado de los jugadores de River (Armani, Martínez Quarta y Palacios) que no estuvieron por los compromisos coperos y de algún otro que circunstancialmente pueda asomar la cabeza en los distintos torneos del exterior y en nuestra Superliga. El período de ensayo y error que el técnico inició luego del Mundial de Rusia ha terminado. Y con estos hombres y con la presencia estelar de Lionel Messi, Scaloni deberá afinar el perfil de su equipo de cara a la clasificación al Mundial de Qatar 2022 que se sorteará el próximo 3 de diciembre en Asunción del Paraguay, en paralelo con la Copa América que, entre el 12 junio y el 12 de julio, se disputará en la Argentina y Colombia.

En un ciclo que abarca 20 partidos (14 amistosos y los 6 de la Copa América de Brasil), se citaron 70 futbolistas de los cuales se utilizaron 64. Fueron llamados 9 arqueros, 21 defensores, 27 mediocampistas y 13 delanteros. Eligió a sus anchas Scaloni, probó, comprobó y sacó conclusiones en el escaso tiempo que tuvo para trabajar, a excepción de las tres semanas que duró la competencia continental. La Selección lleva su firma y aclaración al pie de cada convocatoria. Y por lo que se sabe, trabajó con total libertad sin que ningún dirigente o empresario le susurrara algún nombre al oído. Si siempre Scaloni asumió las máximas responsabilidades, de ahora en adelante deberá hacerlo mucho más. Se acabó el pretexto de su inexperiencia y llega el momento de jugar por lo que verdaderamente vale: una plaza en la próxima Copa del Mundo ni más ni menos.

Con el plantel que ha quedado, no será sencillo el tránsito por las Eliminatorias. La previa de Rusia 2018 resultó angustiosa y ojalá lo sea menos la ruta hacia Qatar. Hace bastante que la Argentina no puede mirar por encima del hombro a ninguno de sus adversarios. Y ni siquiera la presencia de un astro como Messi asegura nada. El supercrack rosarino deberá purgar en la primera fecha de marzo del año venidero, aquella lejana expulsión ante Chile y allí asoma el primer problema a resolver. El otro es que Messi terminara jugando la competencia con 35 años, una edad elevada aún para un genio futbolístico como él. Y que puede llegar a pasarle factura a la hora de las grandes definiciones, allá por el último cuatrimestre de 2021.

En los 14 meses que Scaloni lleva a cargo, quedó ratificado que en la Selección hay buenos y muy buenos jugadores en torno de un supercrack como Messi y dos cracks como Sergio Agüero y Paulo Dybala, ninguno de los cuales le ha dado a la casaca celeste y blanca, lo mismo que a sus equipos. Siguen faltando defensores de auténtica clase mundial y volantes de recorrido intenso por toda la cancha. Otros seleccionados los tienen, la Argentina no. Cuesta encontrarlos y cuesta producirlos.

Por eso, en las inminentes Eliminatorias, cada partido será una historia en sí mismo que podrá ganarse o perderse en función de cómo vayan dándose las circunstancias. La historia, los antecedentes y el peso de una camiseta gloriosa hace años que no juegan. Si juegan los jugadores y las buenas ideas de sus técnicos. Y en ese plano, duele reconocerlo, Argentina no le saca diferencia a nadie. Aunque de su lado todavía esté Lionel Messi dispuesto a arreglar lo roto y embellecer lo feo.