La mejor amiga de Nadia Benítez contó ayer cómo fueron las horas previas al femicidio de la mujer de 32 años, y habló de situaciones de violencia por parte del acusado. En tanto, los primeros peritos en llegar a la escena del hecho, en el patio de la casa de Einstein al 5700, explicaron por qué dudaron de que se tratara de un suicidio. "No coincidía la trayectoria (desde la ventana de la planta alta) con el cuerpo en el suelo", dijo uno de los agentes que trabajó en el lugar, sobre lo que señaló el acusado en un primer momento.

La sonrisa de Nadia ilumina desde una foto tomada con su amiga de toda la vida y las parejas de ambas, en febrero de 2017. Ayer, la imagen quedó estática durante varios minutos en la sala de audiencias donde Federico Aranda está siendo juzgado. Fue tomada pocas horas antes de que Nadia fuera encontrada sin vida en el patio de su casa, con golpes en la cabeza y el rostro.

Fátima y Nadia eran amigas desde la niñez. No se veían desde hacía tres o cuatro meses y a pesar de que Nadia le dijo que no tenía un peso, su mejor amiga no quiso dejar pasar la oportunidad de verla y le dijo que fuera a comer algo a su casa. Esa noche Fátima trabajó hasta las 22 y cuando llegó a su casa, Nadia y Federico ya estaban allí, con su novia. "El ya estaba alcoholizado cuando llegué. Estaba cargoso. Nadia le decía que se tranquilice, que estaban en casa ajena. Nos sacamos fotos, comimos y después hicimos un video con una pelota haciendo jueguitos, para reírnos un poco, y que Nadia no la pase mal", relató la testigo.

"Esa noche se nos indicaba suicidio con arrojo al vacío, pero no coincidía la trayectoria con el cuerpo en el suelo. Estaba  desplazado".

Al contar la historia de la pareja, señaló que "Nadia estaba con Federico desde que ella tenía 18 años. Cuando quedó embarazada, Federico no se hizo cargo hasta los 6 años de la nena. Ahora tiene 15. Él no la frecuentaba hasta que se juntaron en la planta alta de la casa de los padres de Nadia. Yo ya no vivía en el barrio y nos veíamos de vez en cuando. A veces estaban bien, pero él solía irse un par de días, y Nadia estaba mal. Por lo que ella me contaba, Federico tomaba y se drogaba, se iba, volvía y estaba bien un par de semanas y lo volvía a hacer", relató.

La cena fue planeada el día anterior, después de que Nadia le escribiera a su amiga para decirle que quería verla. "Al otro día no trabajábamos y le dije de cenar. Ella me dijo que si había alguien en casa iban temprano así cocinaban y podíamos ir a dormir temprano. Después de comer, "Federico quería irse. Le preguntamos qué le pasaba y le dijimos que ya tenía que dejar esa vida, que tenía una hija. Las tres le decíamos que deje las drogas, que deje de fumar. Y él se empezó a poner nervioso y a enojarse. En un momento, levanta la mano y le dice a Nadia 'vos callate'; y yo le dije 'Ey, tranquilo'; se ofendió y se fue en el auto. Salimos atrás de él hasta la vereda y Nadia lo llamó por teléfono. Ahí, pegó la vuelta y con el vidrio bajo le dijo 'Nadia subí'", relató sobre la última vez que vio a su amiga.

A las 2.20, Nadia le envió un mensaje para preguntarle si se había dejado el cargador del celular. "Le respondí con un audio diciendo que sí, con bromas, para que se distraiga. No me contestaba, y le pregunté qué había pasado". A las 2.29, Nadia le respondió: "Este pibe es un pelotudo, al pedo fuimos". A las 2.40 la testigo le respondió: "A mi me alcanzó con verte. Te amo, amiga", pero Nadia nunca leyó ese mensaje. Su última conexión fue a las 2.30.

La testigo también recordó un suceso de las Fiestas de 2014. "Después de las 12 fue a pasarla con ellos y la hermana de Nadia. Subimos a la casa, tomamos cervezas y a las 6 AM él dijo que iba a comprar cigarrillos. Nadia le decía que no, que ya se iban a dormir. Le agarró la remera y él le empezó a pegar piñas en la cabeza. Le dije a Nadia que nos fuéramos, pero ella me dijo que no, que me vaya yo. Para mí que tuvo miedo de que me haga algo a mí. Cuando me fui le dije a su hermana 'fijate que Federico le pegó a Nadia'. Al otro día le escribí y no contestó. La hermana me dijo que bajó con el ojo negro y que él tenía rasguños".

También contó que habló con la hija de su amiga del tema. "Para ella fue muy traumático. Estaba confundida al principio, pero después... cree que fue el padre el que mató a su mamá", dijo.

Los peritos también declararon: "Esa noche se nos indicaba suicidio con arrojo al vacío, pero no coincidía la trayectoria con el cuerpo en el suelo. Estaba muy desplazado el punto desde donde supuestamente se había arrojado, que era una ventana del primer piso. Para nosotros, no estaba en el lugar donde debería haber caído, era un desplazamiento de más de dos metros", dijo el uno de los agentes que esa noche trabajó en el lugar.

Otro, de la sección fotografía, señaló: "Supuestamente nos mandaron al lugar por un suicidio, pero no nos pareció cuando llegamos. Había una pileta y un tender de ropa de por medio", dijo sobre el trayecto de la supuesta caída.

La semana pasada, el fiscal Adrián Spelta acusó a Aranda por el delito de femicidio y pidió la pena de prisión perpetua para el acusado.