Central y Newell’s llegaron a un acuerdo para organizar clásicos en enero que pueden reportar ingresos por más de 50 millones de pesos. Pero los técnicos de ambos clubes se resisten a afrontar el desafío en pleno proceso de preparación por lo  que los acuerdos entre las instituciones queda en suspenso. Autoridades canayas como leprosas intentarán en las próximas dos semanas persuadir a Diego Cocca y Frank Kudelka, respectivamente, para que la ciudad vuelva a tener fuera del calendario oficial su mayor fiesta deportiva.

El presidente de Central, Rodolfo Di Pollina, y el vicepresidente segundo de Newell’s, Cristian D’Amico, llegaron a un acuerdo total para jugar en enero dos clásicos amistosos. Uno en el Gigante de Arroyito, el otro en el Coloso del Parque. El entendimiento de ambas instituciones nace de la necesidad por ampliar los ingresos de las tesorerías y las cuentas que se hicieron son tentadoras.

En promedio, se estima no menos a 25 millones de pesos lo que se puede recaudar por venta de entradas en cada clásico. A estos billetes hay que sumarle lo que puede ofrecer la televisión para su transmisión y toda la publicidad que se generará alrededor del partido.

El problema en este caso son los técnicos. Tanto Cocca como Kudelka, ante la consulta de los directivos, le bajaron el pulgar a la opción de clásicos amistosos. La excusa es razonable: no dan las fechas.

Es que los planteles volverán a los entrenamientos los primeros días del mes de enero. En la segunda quince de enero retomará la actividad en Superliga. Es decir que los entrenadores no quieren en la tercera semana de enero, poco antes de empezar a jugar por los puntos, exponer a los titulares a un clásico, con las consecuencias que puede dejar una derrota. El análisis de los entrenadores, además de buscar preservar su propio trabajo, no deja de ser consecuente a lo que se definirá el año que viene en Superliga, con canayas y leprosos jugando para evitar el descenso a Primera Nacional.

Pero como los ingresos serían pueden ser millonarios, las autoridades auriazules y rojinegras no descartan seguir adelante con el proyecto. Por el contrario, en los próximos días se intentará persuadir a Cocca y Kudelka para que revean su postura. Ante este escenario, Kudelka asumió: "Hay que hablar con absoluta franqueza, porque muchas veces nosotros lo que decimos en cuatro paredes no lo decimos públicamente. En general a los técnicos jugar clásicos en el receso no nos gusta, no queremos, porque si perdemos por ahí la sociedad no está preparada para eso antes de que empiece un campeonato. Es vivir un montón de cosas y habría que preguntarse: ¿Estamos capacitados para hacerlo? Deberíamos empezar así”.