Lo que pudo haber sido noticia por el regreso del clásico del Bajo Belgrano a la cancha de Excursionistas o por la increíble victoria por 3-2 que las locales lograron luego de ir perdiendo 0-2 durante más de 80 minutos ante Defensores de Belgrano terminó resonando por lo peor que tiene el fútbol. El encuentro, jugado el domingo por la novena fecha del torneo femenino de Primera División, se vio opacado por la presencia de la barrabrava local, que -según denunciaron testigos- insultó y escupió a las jugadoras de Defensores y después del partido intentó llevarse la ropa oficial que habían utilizado las futbolistas locales, en un hecho que este lunes fue desmentido por el propio club.

"Hubiéramos querido festejar de otra manera, pero como ya todos saben el festejo fue empañado por personas ajenas a nuestro entorno –explica el comunicado firmado por las jugadoras y el cuerpo técnico de Excursionistas-. El fútbol femenino es algo familiar, por lo que no estamos acostumbradas a lo que se vivió ayer. Pedimos disculpas a las jugadoras que fueron insultadas durante el encuentro, pero realmente no estaba en nuestras manos".

Según publicó el medio especializado Fútbol Femenino Profesional, el episodio con la indumentaria oficial comenzó en los vestuarios, cuando un grupo de barras se acercó a los dirigentes locales que se encontraban allí en ese momento para exigirles que les entregaran las camisetas del plantel que acababa de ganar.

Durante la mañana de este lunes, la Comisión Directiva de Excursionistas se despegó del escándalo que protagonizó su barrabrava y aclaró que no hubo robos de indumentaria, al tiempo que condenó las "agresiones verbales" que se escucharon en el partido desde las tribunas. "Ninguno de los dos planteles sufrió agresiones físicas o amenazas antes, durante o después del partido. El juego de camisetas utilizado fue otorgado a nuestras jugadoras en reconocimiento al histórico triunfo contra nuestro clásico rival", detalla un comunicado que el club difundió por sus redes oficiales.

Las futbolistas, nucleadas en otro comunicado que publicaron en la cuenta de Instagram @excursiofutfem, también se expresaron sobre el episodio: "Más allá de lo que se dijo, nadie ingresó al campo de juego ni al vestuario como se estuvo diciendo. Nunca estuvimos cara a cara con la gente de las tribunas, por lo tanto no fuimos agredidas. Los juegos de camisetas hoy están en nuestro poder, y nos las entregaron en premio por haber ganado el primer clásico de la Historia del Fútbol Femenino Profesional".

Es que, en definitiva, la violencia hizo que quedara allá lejos lo futbolístico, ese primer triunfo de las chicas de Excursionistas ante el clásico rival, que hicieron posible los goles verdes de Analía Almeida, Magalí Martínez y Johanna Chamorro (mientras que, para el "Dragón", habían convertido Karen Lopez y Antonella Tatulli). "La dirigencia de nuestro club hizo lo que pudo y trató de calmar las aguas", cierra el mensaje del plantel.

Más allá de lo ocurrido con la indumentaria de Excursionistas al final del partido, la violencia comenzó a crecer desde temprano en las tribunas del estadio de Pampa y Miñones, a través de los insultos que salían de la parcialidad local. Los agravios, que pudieron oírse de principio a fin del encuentro, tuvieron como blanco a las distintas jugadoras del equipo visitante, pero también a la árbitro Lorena Sánchez. La jueza, que expulsó por doble amarilla a la jugadora visitante Cecilia Acevedo (a los 78 minutos, cuando el juego todavía estaba 0-2 a favor de Defensores), también fue increpada por parte del cuerpo técnico de la visita y terminó el partido custodiada por la policía junto a sus compañeras de terna.

Lo concreto es que las futbolistas de uno y otro club fueron a jugar su clásico por primera vez y terminaron pasándola mal. Y este lunes, justamente en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las que fueron anfitrionas debieron salir a hablar de ello en vez de comenzar su semana celebrando una victoria histórica.