El fiscal de San Pedro, Ernesto Lian Resúa, notificó formalmente ayer sobre el reconocimiento de los restos de Orlando “Toti” Iglesias. El del trabajador fue uno de los dos últimos cuerpos encontrados tras las explosiones y el incendio acontecidos en el Ingenio La Esperanza el 20 de noviembre pasado entre las 15 y las 16. Iglesias también era miembro de la comisión directiva del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio La Esperanza (SOEAILE).

Según las versiones de los sobrevivientes, Iglesias fue a buscar un matafuegos al ver que dos de sus compañeros se quemaban dentro del cuarto en donde ocurrió la explosión. Pero nunca volvió a salir.

En sus redes sociales, la hija de Iglesias, Ángela, informó que los restos de su padre eran velados anoche desde las 20 en el Instituto del Norte. En la mañana de hoy se tiene previsto un recorrido por el pueblo de La Esperanza para luego sepultarlo en el Cementerio Cristo Rey. El velorio estaba previsto para hoy pero su hija indicó que se adelantó por “cuestiones protocolares”.

Resta conocer con certeza lo acontecido ese día. Los trabajadores sostienen que todo empezó con un cable que empezó a hacer cortocircuito. Esto sucedió dentro del cuarto en donde estaban los tanques de alcohol etílico que terminaron por explotar.

Además de Iglesias, los trabajadores que fallecieron en la explosión fueron Alberto Sandoval, Julián Bedoya, Hugo Molina, Eliseo Casasola, Severino Rodríguez, Diego Ibarra y un ingeniero venezolano de apellido Marcano. Poco se conoce de éste último. Los trabajadores con los que se pudo hablar indicaron que había llegado al Ingenio hace pocas semanas llevado por el grupo empresario Budeguer.

Desde algunos sectores se repudió que se trate el caso como una “tragedia”. Desde el proyecto que pide una “comisión investigadora independiente”, por parte del PTS-FIT, se indicó que “si bien hasta el momento no se tiene conocimiento fehaciente de cuáles fueron los motivos que originaron la explosión y posterior incendio, lo cierto es que durante los últimos años no se hicieron ningún tipo de inversiones por parte de los distintos grupos empresariales que arrendaron el ingenio durante la quiebra del mismo”.

Entre los fundamentos del proyecto se agregó que “los obreros azucareros señalaron que no sólo no se hicieron las inversiones necesarias sino que en muchos casos pusieron personal sin experiencia a trabajar en sectores de riesgo cubriendo los puestos de trabajo de quienes fueron despedidos por el gobierno de Gerardo Morales, con jornadas extenuantes de trabajo y sin condiciones de seguridad e higiene necesarias. Los desperfectos y las condiciones señaladas muestran que el ingenio no estaba en condiciones de producir, ni que podía garantizar la integridad física y salubre de sus trabajadores”.