La política exterior tomó una relevancia inusual durante la conferencia de la Unión Industrial Argentina. Es que el evento se llevó a cabo a una semana de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, que se realizará el 5 de diciembre en Brasil. Uno de los temas a tratar allí es la baja del arancel externo común. Se trata de una obsesión del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y una preocupación para los industriales argentinos, ya de por si golpeados por la baja del consumo y la producción.

“Cada uno de los países miembros realiza un estudio y diagnóstico de su propia estructura arancelaria, pero aún no hay ninguna propuesta sobre la mesa”, indicaron a este diario desde el Ministerio de Producción. Los industriales temen que en la cumbre del Mercosur el Gobierno presente un borrador en el que trabajó durante el año con ejercicios de cómo impactarían las bajas ararancelarias, y con sugerencias de avanzar, pero no en un plazo de 4 años como plantea Brasil, sino de 10 años o más, como con la Unión Europea. “Debería quedar todo en stand by y que la nueva administración piense todo integralmente”, afirmó un industrial a este diario, que prefirió no ser mencionado.

Desde la UIA y la Cámara del Juguete mantuvieron reuniones con empresarios de los mismos rubros de los países vecinos. Dijeron que el sector privado de ningún país quiere avanzar en esta baja de aranceles, sino que son los gobiernos los que la impulsan, sobre todo de Brasil y Uruguay. “El mundo no regala mercados, la tendencia de los países es a proteger su empleo y producción”, afirmó un miembro de la UIA.

En el primer panel de la conferencia participaron dos analistas internacionales: Andrés Malamud y Juan Gabriel Tokatlian. “El Mercosur fue un éxito, y subrayo la palabra fue”, afirmó Malamud, intelectual que apoya a Cambiemos. La moderadora del panel, la periodista Silvia Naishtat, percibió la alarma que generó el discurso entre los cientos de industriales: “Estoy viendo caras un poco preocupadas”. Tokatlian recomendó que la próxima política exterior no busque la alineación ni con Estados Unidos ni China.

Durante su discurso, Alberto Fernández adelantó parte de su política exterior. "Vamos a profundizar el Mercosur", afirmó. Sobre la tensa relación con Bolsonaro, dijo que “ninguna disputa personal va a poner a Argentina en el lugar equivocado”. Luego recibió un aplauso generalizado cuando dijo: “No vamos a vivir a puertas cerradas, pero sepan que no me van a encontrar importando camisetas chinas o zapatos brasileños. Eso no es ser una economía cerrada, sino inteligente”, aseguró el presidente electo.