La revancha más esperada del boxeo de 2019 tendrá lugar esta tarde en un lugar remoto. Tanto que nunca antes albergó una pelea por un título del mundo. Diriyah, una ciudad ubicada a 20 kilómetros de Riad, la capital de Arabia Saudita, será la sede del desquite entre el campeón estadounidense de origen mexicano Andy Ruiz y el retador inglés Anthony Joshua. Estarán en juego las coronas de los pesados de la Asociación, la Federación y la Organización y el combate a 12 rounds podrá ser visto desde las 18 por la señal de ESPN 2.

Tras la conmoción mundial que provocó el inesperado triunfo de Ruiz por nocaut técnico en 7 asaltos, el 1º de junio en el Madison Square Garden de Nueva York, todo parecía indicar que el promotor inglés Eddie Hearn montaría la revancha inevitable en Londres o Manchester. Pero apareció en escena el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita y su oferta de 100 millones de dólares sacudió la escena y movió hacia el Oriente la sede de la gran pelea. Y no sólo eso: en 60 días exactos, también se construyó un estadio para recibirla: la Diriyah Arena es un monstruo de 29 millones y medio de toneladas de concreto y acero, con capacidad para 15 mil espectadores en cuyo alrededor se montó un parque de diversiones temático. Algo así como una Disneylandia del boxeo que se desarmará no bien termine el festival y que será reutilizable en un 95%.

En medio de un despliegue más propio de las Mil y Una Noches que de un combate por el campeonato del mundo de todos los pesos, volverá a suceder el duelo entre Ruiz, un gordito de físico fofo y pinta de antiboxeador que registró 128,600 kilos en el pesaje, y Joshua, un portento atlético de ébano, que dio 107,600 kilos. El inglés era el gran candidato de la primera edición. Pero fue arrasado por la mayor velocidad y solidez de Ruiz, que desmintió su aspecto gordinflón y descuidado y lo derribó en cuatro ocasiones, tras haber caído también en el 3º asalto.

Joshua asegura que no volverá a pasar lo mismo, que hará valer su mayor alcance y la solidez de su izquierda en jab y directo y que recuperará la corona. Por una cláusula del contrato, cobrará entre 55 y 60 millones de bolsa, mucho más que Ruiz que sólo embolsará 13 y que sostiene que otra vez, su derecha voleada y su indomable convicción de victoria resultarán demasiado para el inglés, cuyo record impresiona: de sus 22 triunfos, 21 fueron por la vía rápida y sólo perdió ante Ruiz que registra 33 victorias (22 antes del límite) y 1 derrota.

Si Ruiz entregara su corona, habrá sido campeón por apenas 6 meses y 6 días y su ciclo será el más breve de los últimos 60 años, sólo superado por el de Hasim Rahman, que reinó 6 meses y 25 días en 2001 tras noquear y ser noqueado por otro inglés, Lennox Lewis. El árbitro será el puertorriqueño Luis Pabón y los jurados, Glenn Feldman (EE.UU.), Steve Gray (Gran Bretaña) y Benoit Russell (Canadá). Nadie cree que estos tres caballeros lleguen a completar su trabajo.