Emiliano Nicolay tenía cinco años cuando un grupo de tareas de la ciudad de Ledesma, en Jujuy, fue a buscar a su papá, Francisco, militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Imposible olvidar el secuestro en el que los represores llevaron a su papá, en junio de 1975. Un año después, su madre, Evangelina Mercedes Botta, fue fusilada en la llamada masacre de Palomitas, el 6 de julio de 1976. Francisco y Evangelina están desaparecidos, sus restos no fueron restituidos. La hermana menor de Emiliano ya vivía con los abuelos maternos, en Rosario, por los riesgos que corrían sus padres. Con ellos también se crió Emiliano, en la casa de San Nicolás 461, que su abuelo alquiló durante cuarenta años, hasta que en 1978, después del Mundial, pudieron mudarse al barrio Rucci. En esa casa de barrio Agote se recibieron, pocos días antes de las elecciones nacionales de este año, dos cartas proselitistas firmadas por el entonces candidato a diputado nacional Federico Angelini, de Juntos por el Cambio. A Emiliano le tiemblan las manos cuando las muestra: llegaron a nombre de su mamá y su papá. 

Querellante en las causas por la masacre de Palomitas y también por la desaparición de su padre, en Ledesma, Emiliano quiere difundir lo ocurrido antes del 10 de diciembre. Primero, preguntó entre sus allegados si alguien más había recibido esa propaganda electoral, pero no encontró a nadie más que hubiera sido destinatario de la misiva. "Lo considero una ofensa total contra todos los desaparecidos de mi familia", dice Emiliano a Rosario/12. Su tío Alfredo, hermano de Francisco, fue secuestrado en Buenos Aires en 1976 y también está desaparecido. Toda su familia militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores. 

Cuando recibió la propaganta electoral, Emiliano sintió la necesidad de escribirles una larga carta a sus padres, que es también un legado pensado para sus hijos. "¡Cómo es posible que nos haya llegado semejante carta, a nosotros! ¿Como se atreven a desvelar nuestra memoria con semejante inmoral improperio? ¿Qué es lo que son, híbridos clonados por el sistema financiero? ¿Acaso es que no tuvieron madre? O amor. O música. ¿Saben que nuestra respuesta es colectiva y no particular, saben que somos nosotros, por qué nos interpelan? Si saben perfectamente que amamos la vida. ¿Por qué hacen caso omiso a las insoslayables leyes de la memoria? ¿Por qué semejante impunidad, si no son más que un puñado de frágiles millonarios? No, a esto rotundamente no, decimos nosotros", dice un fragmento del texto. 

Además de la ofensa personal, Emiliano considera a esas cartas como un corolario del "retroceso que hubo en políticas de derechos humanos en estos últimos cuatro años. Tiene una importancia colectiva". Por eso, no aceptaría disculpas. "Es al pueblo, y en un futuro a la historia, a quien tiene que pedirle disculpas el partido gobernante", afirma ante la pregunta de Rosario /12.

 

El 25 de julio pasado, Página/12 publicó una nota sobre una comunicación del mismo tono proselitista enviada por la gobernadora María Eugenia Vidal a nombre de Luis López Comendador, secuestrado en 1977. En Rosario, la primera denuncia que se conoce es la de Emiliano.