“Hay que evitar caer en la tentación de definir el Coso del Deportivo, y el de cualquier banda”, escribe Alejo Auslender en El coso del rock, su primer libro, una bitácora de las fechas de Deportivo Alemán, la banda en la que toca la guitarra . Editado por Gourment Musical y con posfacio de Rosario Bléfari, este libro intenta desentrañar los distintos unders que componen el –valga la redundancia– under. A pesar de la advertencia del autor, resulta tentador buscar un significado al coso después de leer las crónicas que compiló entre 2016 y 2018.

¿Una especie de encantamiento, un hechizo a fuerza de composiciones y el halo que las ampara? ¿Qué será ese coso? “Es lo inefable de la banda, o sea por qué te gusta una banda”, responde Alejo y complementa el concepto con la intención de quienes arman las canciones junto a la concordancia de interpretación de quien las oye. “Los grupos que te gustan de verdad son los que te agarraron y no te dejan vivir sin su existencia. Es la parte intransmisible, la relación unívoca que ocurre entre quienes tocan y el escucha”, dice el guitarrista, que también integra la banda de Rosario Bléfari desde 2015, casi en paralelo al nacimiento de Deportivo Alemán. Para Alejo, el coso lo tiene Suárez. ”Quedé pelotudo”, dice de la primera vez que los vio en vivo.

El libro comenzó a materializarse en la cabeza de Auslender (quien además de músico es licenciado en Letras) cuando Bléfari le dio la idea de compilar los posteos de Facebook que venía haciendo acerca de las presentaciones de Deportivo Alemán. Se fueron sumando las postdatas a las primeras crónicas hasta que, una vez concretada la idea de la publicación, los relatos se volvieron más específicos y esas postdatas se transformaron en precisas notas al pie. El coso del rock tiene una tapa fantástica que el ilustrador, Nico Foti, supo interpretar: un He-Man quijotesco, rotoso y munido de guitarras, que hace frente, estoico, al amenazante molino erigido a lo lejos.

“Yo tenía un par de reparos, autodesconfianza, algo con lo que nací; pero creo que el libro está bastante bien, me gustó que haya sido respetado. Bléfari hizo el laburo de edición y corrección en detalle y está así, prácticamente como se lo pasé a (el editor Leandro) Donozo”, cuenta el autor sobre esta bitácora que traza un mapa de lugares en los que Deportivo Alemán tocó, como La Dama de Bollini, Liverpool Bar, Fusión, Plasma, La Cigale, Birmania o El Emergente, entre otros.

Allí, los “músicos oficinistas” se sacan las ganas de subirse a un escenario y sortean los obstáculos que pueden aparecer un martes cualquiera, un domingo de lluvia, en una fecha en Quilmes. Si bien no toman la falta o ausencia de público como una fuente de desaliento, queda de manifiesto la aceptación y cierta resignación de las condiciones de austeridad general. Auslender hace una meticulosa reflexión de cada situación, y logra un acuerdo antropológico de los under que pueden existir en el rock: el under linyera, el under de mierda, el casual, el invisible.

“Quizás la necesidad del registro nazca de la certeza de sabernos parte del under invisible, o de uno de los tantos under invisibles que existen: en la experiencia atomizada de este presente, cada banda desconocida es un under en sí. Algunas veces esos under se cruzan y hasta pueden llegar a formar una escena, pero eso no altera demasiado el grado de visibilidad: ¿dónde está el ojo que buscamos?”, se pregunta Alejo en el prólogo al libro.

“La diferencia con mi banda anterior, El Pinche Tirano, que tuvimos entre 2000 y 2014, era un poco la idea más naif de decir ‘tenemos que pegarla, ¿cómo puede ser que no nos vengan a ver?’. Con Deportivo Alemán estaba ya pensado que esto es lo dado, es una banda que no conoce nadie, hay millones de bandas, una sobreoferta de bandas, y las condiciones para tocar en Buenos Aires y en Argentina en general son éstas. El tema de que no venga nadie ya lo ponemos como chiste. Si lo tomás por el lado de la reflexión de lo que estás haciendo, creo que te podés llegar a volver loco”, resuelve.

Por eso El coso del rock, aun en el tono nihilista que pueden leerse los decretos contundentes a través del paso de las fechas, es un reconocimiento al under, un guiño a la música, un abrazo a la banda, pase lo que pase. Y por lo mismo escribe Auslender en el libro: “Nosotros somos Deportivo Alemán. Estamos capacitados para emitir nuestro Coso en cualquier lado, en cualquier formato, de cualquier manera”.

Y Deportivo Alemán sigue: está mezclando un próximo disco y comenzando una nueva etapa, lo que el guitarrista reconoce como una construcción muy lenta, una mini escena con bandas que se conocen y con quienes están dejando de tocar en “lugares que son una cagada”. Dice Alejo, optimista: “Estamos en un punto interesante”. Deportivo Alemán está dejando atrás uno de los tantos unders, el que es un poco más precario.