Julián Benassi y Carlos Moro son, respectivamente, iniciador y presidente de la Cooperativa Horizonte Ltda., que lleva realizadas 15 mil viviendas sociales en la provincia de Córdoba, con un sistema aplicado ideado por el primero de ellos. La meta, explican, es llevar adelante una propuesta habitacional no tradicional y auto gestionada

-Cooperativa Horizonte construye viviendas sociales en Córdoba, ¿quieren expandir sus actividades al resto del país?

-JB: No. Lo que estamos postulando en esta oportunidad es dejar instalada, como herramienta social un Sistema Nacional de la Vivienda, basado en el esfuerzo conjunto Estado-Interesado, con participación de entidades sin fines de lucro y de empresas lucrativas privadas que se adecuen. Una operatoria sin cupos, continua en el tiempo, a la que pueda incorporarse todo interesado dispuesto a efectuar un esfuerzo verdaderamente a su alcance, al cual se sumaría un aporte del Estado (reembolsable). Dentro de este esquema, Cooperativa Horizonte sería un participante más, aunque con logros ya seguros: 15.000 viviendas sociales, las que equivalen a una ciudad como Villa Carlos Paz o Alta Gracia.

-¿Cómo estructuraron el sistema de Cooperativa Horizonte en Córdoba y cómo se pudo financiar?

-CM: Lo concretado en Córdoba son 15.000 viviendas distribuidas en unos 85 barrios -en Capital- entregados a sectores menos acomodados de la sociedad. Por donde te muevas en la ciudad vas a encontrar casas construidas por Horizonte, y en menor medida, también en el interior provincial, todo lo cual nos valió un 80 por ciento de imagen ciudadana positiva.Lo hicimos, no con créditos o subsidios, sino mediante un sistema puramente cooperativo, donde se puede aportar para la casa propia con dinero, trabajo, servicios, tierra o materiales. 

-Teniendo en cuenta la situación económica del país, ¿las familias pueden cumplir mes a mes con el pago de la cuota establecida?

-JB: El Sistema Horizonte es hasta obtener la vivienda, de “libreaporte”; es decir que cada asociado aporta lo que pueda ó incluso interrumpe sus aportes en períodos de imposibilidad absoluta, pero debe tenerse en cuenta que “la casa propia Horizonte”, desde la mínima e indispensable en adelante, se ha convertido en un objeto de primera necesidad, y según ello son los esfuerzos que concentra el asociado. Si un asociado terminara no aportando el valor real de lo recibido, habría otro que se queda sin casa.“Libreaporte” hasta obtener la vivienda y posteriormente un porcentaje “soportable”, después de tenerla, pero en caso de dificultades económicas –acreditadas- para cumplir, existen múltiples mecanismos de flexibilidad de aportes.

-CM: Por solo mencionarle uno, existe una “flexibilidad de crisis”, según la cual el costo de la vivienda evoluciona acorde la real y demostrada variación de sus insumos componentes, aunque el valor del aporte mensual del asociado se actualiza según Índice Salarial del Indec. La variable de ajuste es entonces estirar el plazo de cancelación de la casa, que hoy está promediando los 6 a 9 años en Horizonte. 

-¿Quién construye las viviendas?

-JB: El secreto para que cierre en plazos razonables un sistema autofinanciado de viviendas orientado a sectores del trabajo, cuentapropistas, y menos acomodados en general, es lograr bajos costos, para lo cual Horizonte autoproduce materiales en planta fabril propia, autolotea, autoconstruye y muchos otros “auto”. Pero en realidad, cuidando eficiencia productiva trasladada al destinatario de la vivienda, habría otros modos de lograr similares resultados a manos de la iniciativa privada lucrativa y/o con mayor nivel de tercerizaciones de pasos productivos de bienes y servicios necesarios.