Seguirá preso el hombre acusado por el femicidio de su pareja, en barrio Toba, en agosto pasado. Rubén G. está acusado por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, por amenazas, violencia y abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante, por los que Fiscalía busca llevarlo a juicio y que sea condenado. Su hija, adulta, también era víctima de la violencia: pesaba apenas 37 kilos cuando su madre, Norma Quiroga, fue encontrada sin vida. 

La Cámara Penal ordenó que G. continúe en prisión preventiva hasta junio del año que viene, mientras el fiscal Miguel Moreno avanza con la investigación del caso que generó fuerte impacto hace poco más de tres meses: madre e hija, de 53 y 30 años, eran mantenidas en cautiverio por el acusado en una vivienda ubicada en Pasaje 1821 al 6200. Ambas sufrieron un avanzado estado de desnutrición y fueron violentadas por el acusado.

En su momento, Moreno imputó al hombre de 53 años por haber mantenido recluidas contra su voluntad a madre e hija durante aproximadamente un mes, bajo amenazas y violencia física que le causo la muerte a Norma Quiroga. También las privó de alimentos y medicamentos.

Quiroga fue encontrada sin vida el 29 de agosto, cuando su hija pidió auxilio a gritos a sus vecinos. La joven logró acercarse a una casa del barrio para contar que su madre había muerto. En la audiencia, frente al camarista Alfredo Ivaldi Artcho, el fiscal dijo que la joven "se encontraba con un cuadro de anemia y continua con tratamiento. Pesaba treinta y siete kilos, corriendo riesgo de vida", aseguró. Sobre la madre, el fiscal dijo que la declaración de la muchacha "refiere a que todos los integrantes de la familia de G. le pegaban a la víctima (faltal) porque decían que tenía el demonio". También surge de la investigación que el acusado "violaba a su pareja, que le pegaba en la nariz y que no las dejaba ir al médico".