Integrantes de comunidades del pueblo wichi del Chaco salteño comenzaron a dar forma al Consejo de Mujeres Wichis, una iniciativa que viene tomando fuerza en el marco de un proceso de diálogo y reflexión sobre su realidad. 

El Consejo de Mujeres Wichis es una de las iniciativas trabajadas en el marco del 5º Encuentro Intercultural de Mujeres realizado en Misión Carboncito y Misión Chaqueña, el 21 y 22 de este mes. 

El Consejo de Mujeres Wichis permitirá "organizarse y tener un colectivo como para que aquellas mujeres que aún no se animan a alzar la voz se sientan representadas y que estén presentes sus intenciones, sus sueños, sus deseos, demandas en las diferentes instancias de la comunidad y fuera de la comunidad”, contó a Salta/12 la socióloga Camila Liberal, presidenta de Deuda Interna, fundación que viene acompañando a estas comunidades en un proceso de revalorización de su cosmovisión. Precisamente, el segundo día del Encuentro se desarrolló en la Universidad del Monte, que se construye en Misión Chaqueña

Liberal relató que en los encuentros comunitarios "surgían cuestiones, como la violencia" y por ello decidieron juntarse, lo que devino en el primer encuentro. “Y así hace cinco años que nos venimos reuniendo” mujeres de distintas comunidades, Carboncito, Misión Chaqueña, Misión Salim, La Esperanza, Las Llanas y El Mistol

La socióloga calificó como “un gran logro” este 5º Encuentro, en cuyo transcurso comenzó "a sedimentar" el Consejo de Mujeres Wichis. "Comenzaría a tener una forma más consolidada ya para septiembre de 2020", adelantó. Recordó que esto es el resultado de "un proceso que quizás se ha sistematizado en los últimos cinco años pero que es más histórico" y "se da en el marco de la Universidad del Monte, que es un proceso organizativo de la Comunidad" de Misión Chaqueña.

A partir de eso "las mujeres han tomado la iniciativa de darse se propia voz y de dar cuenta de una realidad que es propia y que a la vez comparten con muchas otras mujeres y que compartimos también mujeres de otros lugares", sostuvo Liberal.

El primer día del 5º Encuentro fue aprovechado por sus participantes para reencontrarse en "un espacio de encuentro íntimo", en el que "la palabra y el silencio es muy respetado y es muy valorado y sagrado". Una actividad en la que predominó la lengua wichi. 

Por otro lado, este 5º Encuentro fue el primero del que no participó Clamasia, curadora tradicional de la Comunidad de Misión Chaqueña, "una de las ancianas que siempre nos acompaña y ha bendecido y ha apoyado esta iniciativa” pero esta vez no pudo asistir porque estaba enferma. Las asistentes no la olvidaron: “decidimos honrarla con unas palabras y estuvo presente desde otro lugar”. 

En cambio, sí asistió María Palma, otra curadora tradicional, aunque un poco más joven que Clamasia. “En este Encuentro las mujeres wichi obviamente tomaron un protagonismo mucho más fuerte y mucho más grande en la organización de este evento que cada vez va tomando mayor entidad en la comunidad, donde ellas también toman cada vez mayor protagonismo y creo que ese es un poco el sentido de estas instancias", señaló Liberal. 

Mapeando el cuerpo 

Las participantes dedicaron parte del Encuentro a “crear entre todas, comunitariamente, muchas banderas de la comunidad para que todas las que tuvieran la posibilidad de salir de la comunidad, representarla, o quienes estuvieran en la escuela o en sus propios hogares pudieran compartir también su identidad dignamente teniendo el emblema de la comunidad porque las pocas banderas wichi que había en la comunidad casi todas las tenían los hombres porque habían tomado la iniciativa de pintarlas, de hacerlas, de pedirlas” y “ellos tenían sus banderas, sobre todo los referentes”. 

En ese contexto “las mujeres empezaron a sentir que era una necesidad tener sus propia bandera y no andar pidiéndola prestada", así que se hizo una pintada colectiva y comunitaria de banderas, "recuperando la leyenda de la bandera" y también "honrando el primer Manifiesto Wichi que habla de la unión para crecer entre todos". 

La pintada permitió la charla. Y así se fue hablando de cómo "poder identificar algunas violencias, sobre la necesidad de fortalecer los lazos comunitarios y sostenerse entre las mujeres ante algunas cuestiones particulares".

El domingo, en la Universidad del Monte, otra actividad consistió en “iniciar una primera instancia de mapeo comunitario sobre el territorio cuerpo de las mujeres wichis" en el que participaron mujeres de muy diversas edades que enriquecieron "el proceso de poder identificar en qué lugar están y estamos situadas" y a partir de ahí "saber de qué manera son los puntos que deben y debemos fortalecer a través del proceso organizativo y cuáles son los puntos débiles a trabajar con aportes críticos y nuevas miradas".

Escuela de parteras

En el 5º Encuentro las mujeres decidieron retomar una iniciativa surgida en 2015 en el 1º Encuentro, la creación de una escuela de parteras para que las más jóvenes puedan aprender y también para "reivindicar a las parteras y que no se sintieran perseguidas ni amenazadas por la legalidad de la normativa que establece como modelo único al médico y al sistema biomédico”.

Liberal dijo que el tema de salud surge recurrentemente en cada encuentro y esta vez "volvió a salir" junto a “la necesidad de fortalecernos como mujeres, de fortalecer las redes, de contenernos, de no juzgarnos, de establecer lazos fuertes y firmes y estar las unas para las otras y junto a aquellos hombres que también luchan y se organizan, y empezar a complementar esto a partir del fortalecimiento del trabajo desde las mujeres como mujeres".

Liberal dijo que el Encuentro fortalece "la fuerza interna que sentimos que también viene a representar esa sangre originaria, esa sangre de los pueblos que dignamente han defendido la vida, han defendido el monte y que lo habitan históricamente a pesar del hostigamiento, de la invisibilización, del hambre, del saqueo; que resisten en su tierra y que tienen mucho para enseñarnos y lo hacen". 

En el cierre de la actividad las participantes fueron a agradecerle a la guardiana de la Universidad del Monte, “una mujer que se manifiesta, que se deja ver en el tronco de un algarrobo, que ha sido y es reconocida como mujer guardiana y sagrada que proteje y cuida ese monte, así que fuimos a agradecerle por esta instancia y también ahí sembramos las intenciones para este nuevo comienzo que tomará una nueva forma que es el proceso organizativo colectivo del Consejo de las Mujeres Wichis".