El uruguayo Pablo Cuevas estalló de furia y amenazó con abandonar su partido de este miércoles de la Copa ATP ante el georgiano Nikoloz Basilashvili por una discusión con el árbitro del encuentro, que lo había advertido "por su falta de esfuerzo". Fue el propio rival el que lo convenció para que continuara el partido, aunque su regreso no alcanzó para ganar. 

Durante el duelo ante Georgia del torneo por equipos que se está desarrollando en Australia, casi desde el inicio Cuevas se mostró muy efusivo, celebrando los puntos con gestos ampulosos y con movimientos no muy comunes, que llamaron la atención de los aficionados. 

Pero todo se magnificó cuando Basilashvili sacaba 5-4 para cerrar el primer set. En ese momento, el sudamericano insistió con sus gestos, que parecían ser una maniobra para intentar desconcentrar al georgiano, que no pareció sentirlo: con un saque ganador y un ace se puso 40-0, cuando se produjo el escándalo. Justo cuando el uruguayo quedó set point en contra, el umpire del partido lo apercibió porque consideró que no estaba haciendo su mayor esfuerzo.

Entonces, el ex 19 del mundo estalló contra el árbitro: "Lo único que faltaba, llamá al supervisor, a la policía, a los Baywatch de Australia. ¿Estás loco? Llamá al supervisor", gritó el uruguayo, que se fue a sentar a su banco a la espera de la autoridad del torneo. 

Cuando bajó el supervisor y le explicó la razón de la sanción por su supuesta falta de esfuerzo, Cuevas volvió a explotar. "Pero cómo va a interpretar eso, si fue la mejor actitud que puse en toda mi carrera de tenis", se defendió el número 45 del mundo, mientras le exigía que el supervisor le brindara su opinión de lo sucedido. "¿Vos viste lo qué pasó? ¿Y qué pensás?", se quejaba el tenista de 34 años.

Como no había reacción por parte de la autoridad del torneo, que respaldaba la decisión del árbitro, Cuevas pidió un cambio de juez. "¿Cómo va a interpretar eso el tipo este? ¡Cambiamelo! Porque cómo va a interpretar que no puse ganas cuando le puse más ganas que en toda mi carrera... ¿Cómo me va a poner un warning por eso? No es normal lo que hizo", insistía Cuevas.

Durante la discusión, el supervisor le confirmó que tendría que seguir jugando y lo amenazó con una suspensión, lo que provocó una nueva reacción del uruguayo, que comenzó a guardar sus raquetas en el bolso. "No voy a jugar, si querés suspendeme, pero no voy a jugar porque no es normal lo que hizo. Que me ponga lo que me ponga, nos vamos", cerró el diálogo el uruguayo.

Con su bolso al hombro y caminando rumbo al vestuario para irse, Cuevas fue interceptado por Basilashvili, que lo convenció de que siguiera jugando. Si bien el georgiano se quedó con ese set, el uruguayo reaccionó en el segundo, ganándolo por 6-1, pero no pudo evitar la derrota por 6-4, 1-6 y 6-4 en dos horas y ocho minutos de juego.

Igualmente, tenía un último mensaje para el árbitro, justo después de perder el set: "No entiendo como te da la cara para seguir sentado ahí. Fue la decisión más ridícula que ví en el planeta tierra".