El sultanato de Omán, en el Golfo Pérsico, tuvo ayer una muy rápida y tranquila transición después de la muerte del sultán Qaboos a los 79 años. La muerte del monarca fue anunciada por la mañana y a primera hora de la tarde juraba como nuevo sultán su primo Haitham bin Tariq Al Said. El evento fue notable porque Qaboos gobernó por casi cincuenta años y el cambio de poder sucedió en medio de las tensiones por el enfrentamiento entre Irán y Estados Unidos en la región.

Al Said, ahora el sultán Haitham, tiene 65 años y una larga carrera como diplomático, como encargado de diversificar la economía del pequeño y rico país petrolero, y últimamente como ministro de cultura. Educado en Oxford, el sultán va a necesitar sus contactos diplomáticos para mantener a Omán fuera de los conflictos regionales. Fue lo primero que dijo en su mensaje de asunción, en el que prometió continuar la política de continuidad de Qaboos.

Omán es una península en el sureste de la península áraba, con fronteras con Arabia Saudita y Yemen, y con menos de cinco millones de habitantes. El pequeño reino se construyó como una isla de paz y neutralidad en la región y es frecuentemente el escenario de encuentros entre países o sectores enfrentados, además de mantener relaciones con parias como Israel o Irán. Omán fue el lugar de encuentro, en secreto, de delegados norteamericanos e iraníes que culminó en el pacto nuclear entre los dos países y cinco naciones europeas.