La emergencia por la que tanto machacan el gobernador Omar Perotti y sus ministros es similar a la que el intendente de Rosario Pablo Javkin entiende como clave para encausar, al menos en el inicio, la situación financiera de Rosario. Casualmente, el diputado provincial javkinista Ariel Bermúdez fue el único que no se plegó a sus pares progresistas y evitó rechazar la Ley de Emergencia que pretendía el peronismo. En sintonía con su aliado, la presidenta del Concejo María Eugenia Schmuck consideró que “la situación a nivel nacional es de emergencia y eso nos incluye a todos”. En diálogo con Rosario/12, aseguró que la emergencia “es una herramienta interesante para cualquier nivel de gobierno en estos tiempos”.

Pese a que la Cámara de Diputados controlada por el Frente Progresista le bochó la emergencia, el peronismo volvió a la carga en los últimos días y remarcó que la “herencia recibida” se podría ordenar con la ley tan ansiada. Por ese motivo, en los próximos días el Ejecutivo insistirá, aunque con modificaciones, al proyecto original que no puede ser tratado. El nuevo embate pondrá otra vez la mira en la posición de la bancada del Frente Progresista y en la relación hacia dentro de la alianza que gobernó la provincia durante doce años. Algunos diputados, como el caso de Bermúdez, tienen un territorio, como Rosario, al que responder, y otros no tanto. Allí es donde nace una pequeña grieta y es donde apunta Schmuck.

“En política a uno no lo sorprende nada, sorpresa no sería la palabra. La situación a nivel nacional es de emergencia y eso nos incluye a todos, no estoy involucrada en el ámbito legislativo provincial, pero es una herramienta interesante para cualquier nivel de gobierno en estos tiempos, apuntó la titular del Palacio Vasallo, para luego agregar: “Bermúdez piensa como todos nosotros que Rosario ha tenido la posibilidad de tener esa herramienta legislativa y estamos más pensando en la gestión, en nuestra ciudad, que en cualquier disputa política que vaya más allá de eso. Estamos concentrados en que les vaya mejor a los rosarinos y rosarinas”.

La concejala prefirió no ahondar en las definiciones, pero admitió que Javkin estuvo involucrado en “esa discusión”, aunque aclaró: “Claro que me siento representada por Bermúdez, es donde tenemos puesta la mirada, en gobernar”. La dirigente radical negó que el escenario dispare internas en el Frente Progresista, ya que “tiene que ver con otros factores que no podría, al no estar involucrada, plantear opinión”. No obstante, destacó los acuerdos que se cerraron en Rosario y la tuvieron como protagonista central. “Hemos logrado que los distintos sectores políticos que están representados en el Concejo hayan tenido todos una actitud madura, súper responsable, de sentarse a dialogar, de tener un diálogo cotidiano. Vamos a apostar a trabajar para que esa actitud se convierta en una postura institucional que se promueva desde la conducción tanto del Concejo como del Municipio”, señaló.

Finalmente, Schmuck saludó lo que considera “una ventaja de esta época”, el hecho de encontrarse tanto en la gestión municipal, como en la provincial y también en la nacional con “una relación fluida”. “Hay como una nueva generación que está haciéndose cargo de los distintos espacios de responsabilidad pública que tiene el empuje para resolver los problemas más allá de las diferencias. Al frente de distintas carteras hay mucha gente con la que compartimos generacionalmente un cambio, gente que conocemos, que tenemos confianza y ganas de transformar las cosas”, cerró.