Nuevas manifestaciones se produjeron el domingo en Irán, esta vez con epicentro en dos universidades de Teherán, luego de que el gobierno iraní reconociera finalmente haber derribado "por error" el avión ucraniano en el que murieron sus 176 tripulantes. El líder supremo iraní, Alí Jamenei, llamó a reforzar las relaciones entre los países de la región como solución ante "la presencia corrupta de Estados Unidos y sus secuaces". En ese sentido, las monarquías de Qatar y Omán se muestran dispuestas a fortalecer las relaciones regionales. 

Mientras tanto, continúa la tensión con Reino Unido por la situación del embajador británico en Irán, Rob Macaire. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechó el malestar del pueblo iraní y le exigió al gobierno que "no mate a sus manifestantes". Previamente el secretario de Defensa, Mark Esper, dijo que Trump aún está dispuesto a dialogar con los líderes iraníes. También rechazó las supuestas pruebas concretas que indicaban que el asesinado general Qasem Soleimani planeaba atacar cuatro embajadas de Estados Unidos en Medio Oriente.

Estudiantes iraníes encabezaron las protestas del domingo en Teherán. Cientos de jóvenes se concentraron en las universidades de Shahid Beheshti y Alame Tabatabai para protestar contra el accionar del gobierno iraní. También se lanzó una convocatoria en redes sociales para celebrar una vigilia en honor a las víctimas de la tragedia aérea en la plaza Azadi de Teherán, pero la presencia de comandos antidisturbios dificultó la concentración. 

Caída la noche, miles de manifestantes se acercaron hasta la simbólica plaza. "Guardia Revolucionaria inútil, autora del asesinato de la nación" y "Cañones, tanques y gases lacrimógenos ya no tienen efecto, tengan miedo, nosotros estamos unidos", fueron algunas de las consignas que más se repitieron.  Al igual que el sábado, la policía usó gases lacrimógenos y disparó para dispersar a los manifestantes.

Sin mencionar las protestas, el líder supremo iraní, Alí Jamenei, llamó a reforzar las relaciones entre los países de la región como solución ante "la presencia corrupta de Estados Unidos y sus secuaces". "La actual situación en la región requiere de un mayor refuerzo de las relaciones entre los países de la región y que no haya influencia extranjera", afirmó Jamenei durante un acto con el emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al Zani, de visita en Teherán.

Para Jamenei "evidentemente hay algunos países que no apoyan la ampliación de la cooperación entre los países de la región, en especial los que han venido a nuestra región desde el otro lado del planeta", señaló. De hecho, para el líder supremo iraní, "la situación desfavorable de la región se debe a la presencia corrupta de Estados Unidos y sus secuaces y la única solución para contrarrestarla es apoyarse en la cooperación entre países de la región".

Dos monarquías que han sabido oficiar como mediadores en otros conflictos en Medio Oriente parecieron hacerse eco de las palabras del ayatolá Jamenei. Qatar y Omán se reunieron en las ultimas horas con el gobierno de Irán. 

Por un lado, el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, viajó a Teherán en su primera visita oficial al país persa desde que asumió el cargo en 2013. "Esta visita llega en un tiempo crítico y hemos acordado con el presidente iraní (Hasan Rohani) que la única solución a la crisis es la distensión de la escalada por todas las partes", aseguró al Zani en una conferencia de prensa televisada. Qatar es la única monarquía de mayoría sunnita de la región que mantiene una buena relación con Irán desde que comenzaron a explotar de manera conjunta el yacimiento de gas natural más grande del mundo en las aguas del Golfo Pérsico. 

Poco antes de la llegada del emir qatarí a Teherán, el canciller iraní, Mohamed Yavad Zarif, había sido recibido en Omán por el nuevo sultán de ese país, Haitham bin Tareq al Said, en una visita sorpresa tras la muerte del anterior monarca, Qabus bin Said. Omán jugó un rol discreto en el diálogo entre Irán y la comunidad internacional que concluyó con el acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear iraní, del cual se retiró unilateralmente Estados Unidos tres años después. Omán mantiene buenas relaciones con Teherán, para quien la muerte del sultán es una "pérdida para la región". 

La situación del embajador británico

El domingo continuó la tensión con Reino Unido por la situación del embajador británico en Irán, Rob Macaire. El viceministro de Exteriores iraní, Abas Araqchí, dijo en Twitter que Macaire fue "arrestado como un extranjero desconocido en una reunión ilegal", y agregó que fue liberado al poco tiempo de conocerse su identidad. Macaire había sido detenido poco después de asistir a una vigilia en honor a los fallecidos, entre ellos tres británicos, en el derribo del avión ucraniano en Teherán.

"Puedo confirmar que no participé en ninguna manifestación. Fui a un evento anunciado como una vigilia por las víctimas de la tragedia #PS752 (...) Me fui después de 5 minutos, cuando algunos comenzaron a corear", precisó el embajador. "Gracias por los mensajes de buena voluntad", agregó mas adelante. 

En este contexto, varios diputados iraníes plantearon en una sesión del Parlamento expulsar al embajador, una demanda que también corearon alrededor de doscientas personas que se manifestaron frente a la embajada británica, rodeados por un importante cordón policial. Desde Londres, el secretario de Estado de Seguridad del Reino Unido, Brandon Lewis, afirmó que la prioridad del gobierno británico respecto a Irán es tratar de "aliviar" las tensiones.

Estados Unidos ataca, pero se abre al diálogo

El presidente estadounidense, Donald Trump, se subió al tren del malestar general iraní, y hablándole directamente a la dirigencia, manifestó que "Ya han matado o encarcelado a miles de manifestantes, y el mundo está observando. Más importante aún: América está observando. Vuelvan a activar Internet y dejen que los periodistas trabajen", agregó a través de su cuenta de Twitter.

A todo esto, en una entrevista con la cadena CBS emitida justo antes de la publicación del tweet del mandatario, el secretario de Defensa, Mark Esper, dijo que Trump aún está dispuesto a dialogar con los líderes iraníes. "Estamos dispuestos a sentarnos y discutir sin condiciones previas una nueva vía, una serie de medidas que harán de Irán un país más normal", dijo el jefe del Pentágono.

En otro tramo de sus declaraciones, Esper afirmó no haber visto ninguna prueba específica de que Irán, al mando del abatido general Soleimani, estuviera planificando un ataque a cuatro embajadas de Estados Unidos en Medio Oriente, tal como sostuvo previamente Trump. "No vi nada concreto sobre las cuatro embajadas", expresó el funcionario.

Por último, el secretario de Estado Mike Pompeo exigió el fin de las "violaciones a la soberanía de Irak" tras un nuevo ataque con cohetes a la base militar de Al Balad, que dejó cuatro iraquíes heridos. "Indignado por los informes de otro ataque con cohetes a una base aérea iraquí. Rezo por la rápida recuperación de los heridos y pido al Gobierno de Irak que haga rendir cuentas a los responsables de este ataque al pueblo iraquí", expresó Pompeo.