(Desde Santa Fe) 

El ministro Marcelo Sain reveló ayer el robo de pistolas calibre 9 mm, así como otras de las “cosas que pasaban habitualmente” en la Policía de Santa Fe. “Es un tema grave”. Y mencionó el último caso de “faltante de armas reglamentarias” en un “destacamento policial”, pero dejó en suspenso cuándo ocurrió, en qué lugar y cuántas armas faltan con el argumento de que lo investiga la Justicia.

Sain mencionó el hecho cuando le preguntaron por la complicidad policial. “Se puede producir de muchas maneras. El otro día hubo un faltante de armas, de pistolas 9 milímetros”, sorprendió.

Le pidieron entonces precisiones y dijo que había sido “en un depósito, en un destacamento policial. En una armería”, sin más detalles. “El conjunto de armas en posesión de la Policía que circula a través de este tipo de eventos va a parar al circuito delictivo. Es uno de los temas más preocupantes para el mundo criminal, para poder operar”.

—¿Eran pistolas 9 mm? ¿Cuántas faltan? –insistió un colega de Aire de Santa Fe.

—Sí, pistolas reglamentarias. Me reservo los detalles. Dejemos que avance la investigación del caso, pero estas cosas pasaban habitualmente. Y es un tema grave. Entonces, hay que verlo. Existe esto -respondió.

—¿Qué más puede decir?

—Es un hecho que se va a investigar.

Rosario/12 informó el domingo sobre otro episodio en la Policía, cuando funcionarios desplazados de sus cargos en la Dirección de Asuntos Internos (que el gobierno de Perotti reemplazó por la Agencia de Control Policial) intentaron llevarse documentación de las oficinas de Rosario, en baúles de sus vehículos. La supuesta mudanza la descubrió el propio Sain, que ordenó a sus autores que devolvieran lo que habían sacado, dispuso un inventario del material y formalizó la denuncia ante el fiscal de Flagrancia en turno. “Lo que llevaban no eran papelitos de menor envergadura ni cuestiones personales, sino una cosa muy sensible con algún notorio jefe de policía que ya fue imputado de vinculaciones con un grupo criminal muy importante”, dijo el ministro.

El hecho tiene otra connotación: ocurrió poco después de recibir en su despacho “el primer listado” de jefes policiales investigados por su patrimonio entre 2012 y 2015 y
Sain descubrió que “alguien –que no identificó-, en algún momento, tomó la decisión de que ahí (en Asuntos Internos) no se impulsen las investigaciones más importantes desde el punto de vista patrimonial”.