En la noche del miércoles, la politóloga y periodista Tali Goldman decidió ir al teatro Picadero a ver la obra de Cristina Escofet Yo, Encarnación Ezcurra, un unipersonal interpretado por Lorena Vega bajo la dirección de Andrés Bazzalo. 

La noche prometía porque la obra fue varias veces premiada y consiguió críticas muy favorables, pero las emociones empezaron antes de la entrada. "Estoy en la fila por entrar al teatro con MARIU VIDAL Y KIKE SACCO KE HAGO", relató/preguntó por twitter. Las respuestas compitieron en originalidad e ironía, pero no son el objeto de esta nota.

Desde que hicieron público su romance, todo el periodismo sigue con entusiasmo las apariciones de la ex gobernadora María Eugenia Vida y el periodista Enrique Sacco. Consignaron las peripecias de sus vacaciones en París y también su más corto paso por Mar del Plata. Por el perfil de la obra, su aparición en el Picadero bien puede considerarse una sorpresa.

Pero no tanta como la reacción que desató su presencia al final de la función, tal como consignó la periodista en el tuit siguiente.

"La obra era sobre Encarnación Ezcurra. Termina la obra ovación a Lorena Vega y uno grita: VIVA ENCARNACIÓN VIVA CRISTINA. Todo el teatro ovación. Mariu escondida", fue el relato de lo sucedido.

Otros espectadores también contaron su experiencia en Twitter, completamente en línea con Tali Goldman.

¿De qué trata la obra?

Subtitulada “Monólogo en 8 momentos”, Escofet trabajó el texto de Yo, Encarnación Ezcurra apoyándose en una exhaustiva investigación de la época y el personaje en cuestión, haciendo especial énfasis en la correspondencia que Encarnación mantuvo con Rosas cuando él se hallaba en el desierto en plena campaña, una vez cumplido su primer período como gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Esas cartas, en las que se revela como conocedora hasta los menores pliegues de la política de su tiempo la muestran como astuta estratega y fiel consejera de su marido, sensata aunque también imperiosa hasta el punto de que, afirmándose en su popularidad, (“El pueblo es mío”, dirá la mujer que tuvo una gran llegada a los sectores negros de la población) llega a advertirle a Rosas que, si quisiera, podría actuar en su contra, “porque el que tiene el pueblo tiene el poder”.

Cecilia Hopkins escribió en Página/12 que "Bazzalo habla de esta pieza como de 'una creación artística sobre una gran investigación histórica'. Y pese a ser, como él mismo lo califica, 'un material exigente por la atención que pide a los espectadores', la obra 'siempre tiene una recepción apasionada y gratificante. Porque nos deja reflexionar sobre temas de hoy: nos habla, entre otras cosas, de las exigencias que encuentra todo aquel que accede al poder', subraya el director, al tiempo que en la charla surgen los nombres de Manuel López Obrador y Evo Morales".

Mujeres empoderadas

También señala que "Considerando la energía de esta Encarnación, no es difícil pensar en Eva Perón. 'Las dos trabajaron para sus hombres, para sus líderes', coincide el director, 'pero luego el patriarcado no les dejó lugar y ambas fueron desapareciendo y muriendo al poco tiempo, las dos de cáncer, coincidentemente', compara. 'En nuestra historia tenemos muchas mujeres muy interesantes, afirma Bazzalo, 'Y esta obra nos acerca al pensamiento de una mujer empoderada que hoy se potencia frente a fenómenos de derechización machista como lo representa una figura como Bolsonaro, tan cerca de nosotros', ejemplifica".

Habrá que ver si María Eugenia Vidal recibió esas imágenes como un espejo para reflejarse, como una historia inspiradora o simplemente eligió mal la obra.